jueves, 27 de febrero de 2014
** DE SUTILES FETICHISMOS
Yo soy muy de información visual, ciertamente; la imaginación y yo estamos reñida. Lo tangible y lo real se apodera de mi cerebro y reorganiza la información a través de ese filtro. Me dejo mecer por las sensaciones inmediatas y prudentemente realistas. Naturista y humanista, supongo. Y en ese modus vivendi, me declaro fetichista de múltiples estímulos que consiguen erizarme el vello y hacerme sonreír sin más objetivo que el placer por el placer. Onanismo de resorte automático.
Ya he escrito algún que otro post con esta temática, pero me resulta tan sorprendente y divertido sentarme a pensar en las cosas que me seducen y me resultan atractivas, que voy a ver si descubro cosas nuevas en mi horizonte. No he encontrado aquella primera lista; hace ya seis años que abrí el saloncito...¡¡cómo pasa el tiempo!! Y cuántas vivencias, sensaciones, palabras, lágrimas, risas, abrazos, besos, suspiros, latidos y fetichismos han conformado mi día a día. Pero vamos a lo que vamos. A mis cuarenta y pocos tacos (repetimos)...
...me pone -y mucho- un hombre con anillos, sobre todo en el dedo pulgar. Supongo que hay cierto halo de osadía y aventura, de romper las normas, de truhancillo amoroso... si además lleva pendientes, ya puede susurrarme lo que quiera que soy suya (aunque perforaciones no, please) ;-D
...me ponen las piernas atléticas y depiladas, ¡qué le voy a hacer! Unos gemelos torneados pueden conseguir de mi muchas muchas cosas...
...me pone esa barbita de tres días y un cuello bañado en una buena colonia, varonil y sugerente...
...me pone un hombre calvo, ¡claro que sí! fuera el miedo a perder el pelo y a raparse la cabeza, es muy sexy...
...me ponen unos buenos brazos, supongo que en ese ímpetu de sentirse arropada, protegida, cuidada... Y si ya llevan algún tatu, ya redondo el tema ;-)
...me pone un pantalón vaquero apretado, que redondee el culete e invite apeteciblemente... (¿recordáis la foto de Piqué? ;-DDDDDDDD)
...me pone el tío de Invictus, Rubén Cortada, Risto, Mou y Figo, Wiliam Levy, Alex O'Loughlin, mi Roca, Luke Bryan, Fredik Ljungberg, Orlando Bloom, Oded Fehr...
...y con label nacional Pablo Alborán, mi Carles Francino, Iván Sánchez, Marco de Paula, Alejandro Tous,
... me pone una voz grave, profunda, sensual, sugerente y picarona, ¡claro que sí!
... me ponen unas gafas de sol con un niki blanco... ;-D
... me pone un fonendo, la verdad...
... y me pone (y mucho) la inteligencia.
Besos, mis chicos.
Como dicen mis brujas (que son tremendamente sabias), debemos dejar que se nos seduzca, que se nos rinda pleitesía. Nos lo merecemos, a nuestros pies. Somos diosas indómitas con corazones aguerridos y furiosos, ansiosas por despertar pasión y llenar nuestras manos de magia...
¿Quien se apunta?
;-DDDD
miércoles, 26 de febrero de 2014
** SIEMPRE DE VIAJE
Yo no creo en espectaculares cambios personales, en plan San Pablo cayéndose del caballo. El melodrama no va conmigo, la verdad. No creo en esos tsunamis vitales que de la noche a la mañana nos convierten en una persona nueva, auto-versionada y casi perfecta. No. Esas mutaciones no son reales, a no ser que alguien se ponga un disfraz y además se crea el personaje. E incluso en ese caso, no dejará de ser una burda ficción. Lo de fuera (casi) siempre es atrezzo; lo de dentro, lo que queda tras la tormenta, es lo que somos de verdad. Y lo que nos va llevando a nuestro ser más auténtico. P'al monte, vaya ;-)))
Todos tenemos una esencia básica, una tendencia natural. Y pensamos, sentimos y actuamos en base a los impulsos que nos envía nuestro córtex prefrontal, que coordina la coherencia de nuestro ser. Desde lo que nos viene dado por herencia genética hasta lo que las experiencias nos van enseñando, pasando por nuestras apetencias y gustos personales -que no siempre sabemos a qué se deben-, el cóctel está servido.
No hay dos personas iguales; las matemáticas no son lo mío pero puedo suponer que la combinación de cientos de adjetivos junto a los matices de millones de combinaciones genéticas y culturales, dan un número infinito de estilos de personas. Que como humanos pensantes y dolientes nos empeñamos en catalogar y delimitar en grupos similares por aquello de simplificar el tema relacional. "-Es que los Acuario sóis....", "-Mi número de eneagrama es...". A quien le sirva de leitmotiv organizar desde el racionalismo filosófico, perfecto. Pero personalmente no soy partidaria, la verdad. Me inclino más hacia la esencia propia e individual, hacia lo único y especial que tenemos cada uno de nosotros. Porque al final lo que a mí me vale es lo que una persona saca de mi (bueno, malo, regular) y lo que esa persona me hace sentir, en nuestro personal e intransferible tête a tête. Y es que cada relación es un mundo.
Construimos en base a demandas; lo que cada uno quiere, necesita, espera, sueña y anhela. Las personas nos gustan (o no) en base a lo que recibimos de ellas, esto es impepinable. Bien es cierto que hay ocasiones en las que alguien no nos gusta porque sí. Llamemosle energía, sexto sentido, emoción o vayaudasaber qué compleja mixtura de hormonas varias. Ninguna relación (del tipo que sea) se sustenta con éxito cuando la balanza no se equilibra. Y tampoco podemos intentar encajar a alguien con calzador; ni obviando cosas que nos duelen ni intentando modelar a la otra persona a nuestro gusto.Hay quien llega y se queda, porque todo fluye con sencillez. Es así de fácil y de complejo a la vez.
En lo tocante a las relaciones de pareja... hay tantas tonalidades como hombres y mujeres estableciendo sus propias normas de a dos. Qué compleja la madeja, cierto. Y qué desasosiego genera el no recibir lo que nos gustaría. Añadiendo dificultades -en plan 3000 obstáculos- está el hecho de que cuanto más mayores, más concisas nuestras premisas y más llena nuestra mochila, claro. Y necesidades distintas. Y menos ganas de dar explicaciones...
A día de hoy, a mis cuarenta y pocos tacos (¡grande, Sabina!) las prioridades, sin duda, son distintas que con quince años. Al menos las mías. En este momento del viaje, me quedo con quien sepa valorar y ofrecer pequeños detalles, sin bajar la guardia. Me quedo con la tranquilidad con un punto pícaro, con la ternura en armonía con la sensualidad, con la comunicación feroz. Me quedo con la permanente sensación de felicidad sin necesidad de fuegos artificiales. Me quedo con esa nota, ese mensaje, ese regalito porque sí. Me quedo con la conquista constante, dulce y ansiosa; con las ganas infinitas aunque se sacien a ratos, a suspiros, a susurros. A latidos.
Pongamo(no)s adjetivos sin límites.
Y dejémonos sorprender...
PD: Buen viaje a Paco de Lucía, allí donde estés.
martes, 25 de febrero de 2014
** RISTO MEJIDE (Love it)
Aún a riesgo de que os tiréis a mi yugular, quiero confesar en voz alta mi admiración, fascinación y encandilamiento por Risto Mejide. Desde que se dio a conocer con OT y hasta la actualidad, con su sofá y su lengua mordaz. Y su descarnada sinceridad. Quizá sea un personaje que sirve la provocación en bandeja, quizá un producto de o para la caja tonta, pero sea como fuere, para mi es un hombre espectacular. Huelga decir que el rol de chico malote sigue vendiendo entre las féminas pero personalmente creo que lo más apetecible que tiene Risto es su cerebro. Bueno, y esa boca que grita pecado. Pero ese ya es otro tema ;-D
RISTO MEJIDE
"No busques trabajo"
No busques trabajo. Así te lo digo. No gastes ni tu tiempo ni tu dinero, de verdad que no vale la pena. Tal como está el patio, con uno de cada dos jóvenes y casi uno de cada tres adultos en edad de dejar de trabajar, lo de buscar trabajo ya es una patraña, un cachondeo, una mentira y una estúpida forma de justificar la ineptitud de nuestros políticos, la bajada de pantalones eurocomunitaria y lo poco que les importas a los que realmente mandan, que por si aún no lo habías notado, son los que hablan en alemán.
No busques trabajo. Te lo digo en serio. Si tienes más de 30 años, has sido dado por perdido. Aunque te llames Diego Martínez Santos y seas el mejor físico de partículas de Europa. Da igual. Aquí eres un pringao demasiado caro de mantener. Dónde vas pidiendo nada. Si ahí afuera tengo a 20 mucho más jóvenes que no me pedirán más que una oportunidad, eufemismo de trabajar gratis. Anda, apártate que me tapas el sol.
Y si tienes menos de 30 años, tú sí puedes fardar de algo. Por fin la generación de tu país duplica al resto de la Unión Europea en algo, aunque ese algo sea la tasa de desempleo. Eh, pero no te preocupes, que como dijo el maestro, los récords están ahí para ser batidos. Tú sigue esperando que los políticos te echen un cable, pon a prueba tu paciencia mariana y vas a ver qué bien te va.
Por eso me atrevo a darte un consejo que no me has pedido: tengas la edad que tengas, no busques trabajo. Buscar no es ni de lejos el verbo adecuado. Porque lo único que te arriesgas es a no encontrar. Y a frustrarte. Y a desesperarte. Y a creerte que es por tu culpa. Y a volverte a hundir.
No utilices el verbo buscar.
Utiliza el verbo crear. Utiliza el verbo reinventar. Utiliza el verbo fabricar. Utiliza el verbo reciclar. Son más difíciles, sí, pero lo mismo ocurre con todo lo que se hace real. Que se complica.
Da igual que te vistas de autónomo, de empresario o de empleado. Por si aún no lo has notado, ha llegado el momento de las empresas de uno. Tú eres tu director general, tu presidente, tu director de marketing y tu recepcionista. La única empresa de la que no te podrán despedir jamás. Y tu departamento de I+D (eso que tienes sobre los hombros) hace tiempo que tiene sobre la mesa el encargo más difícil de todos los tiempos desde que el hombre es hombre: diseñar tu propia vida.
Suena jodido. Porque lo es. Pero corrígeme si la alternativa te está pagando las facturas.
Trabajo no es un buen sustantivo tampoco. Porque es mentira que no exista. Trabajo hay. Lo que pasa es que ahora se reparte entre menos gente, que en muchos casos se ve obligada a hacer más de lo que humanamente puede. Lo llaman productividad. Otra patraña, tan manipulable como todos los índices. Pero en fin.
Mejor búscate entre tus habilidades. Mejor busca qué sabes hacer. Qué se te da bien. Todos tenemos alguna habilidad que nos hace especiales. Alguna singularidad. Alguna rareza. Lo difícil no es tenerla, lo difícil es encontrarla, identificarla a tiempo. Y entre esas rarezas, pregúntate cuáles podrían estar recompensadas. Si no es aquí, fuera. Si no es en tu sector, en cualquier otro. Por cierto, qué es un sector hoy en día.
No busques trabajo. Mejor busca un mercado. O dicho de otra forma, una necesidad insatisfecha en un grupo de gente dispuesta a gastar, sea en la moneda que sea. Aprende a hablar en su idioma. Y no me refiero sólo a la lengua vehicular, que también.
No busques trabajo. Mejor busca a un ingenuo, o primer cliente. Reduce sus miedos, ofrécele una prueba gratis, sin compromiso, y prométele que le devolverás el dinero si no queda satisfecho. Y por el camino, gánate su confianza, convéncele de que te necesita aunque él todavía no se haya dado cuenta. No pares hasta obtener un sí. Vendrá acompañado de algún pero, tú tranquilo que los peros siempre caducan y acaban cayéndose por el camino.
Y a continuación, déjate la piel por que quede encantado de haberte conocido. No escatimes esfuerzos, convierte su felicidad en tu obsesión. Hazle creer que eres imprescindible. En realidad nada ni nadie lo es, pero todos pagamos cada día por productos y servicios que nos han convencido de lo contrario.
Por último, no busques trabajo. Busca una vida de la que no quieras retirarte jamás. Y un día día en el que nunca dejes de aprender. Intenta no venderte y estarás mucho más cerca de que alguien te compre de vez en cuando. Ah, y olvídate de la estabilidad, eso es cosa del siglo pasado. Intenta gastar menos de lo que tienes. Y sobre todo y ante todo, jamás te hipoteques, piensa que si alquilas no estarás tirando el dinero, sino comprando tu libertad.
Hasta aquí la mejor ayuda que se me ocurre, lo más útil que te puedo decir, te llames David Belzunce, Enzo Vizcaíno, Sislena Caparrosa o Julio Mejide. Ya, ya sé que tampoco te he solucionado nada. Aunque si esperabas soluciones y que encima esas soluciones viniesen de mí, tu problema es aún mayor de lo que me pensaba.
No busques trabajo. Sólo así, quizás, algún día, el trabajo te encuentre a ti.
(...)
Cada cual tenemos nuestros iconos, anhelos y fantasías.
Debemos ser fieles a lo que nos dicta el corazón y a veces dejar su parte a la razón. ¿O era al revés?
Mil besos, mis chicos.
Os espero con la pasión de la libertad.
RISTO MEJIDE
"No busques trabajo"
No busques trabajo. Así te lo digo. No gastes ni tu tiempo ni tu dinero, de verdad que no vale la pena. Tal como está el patio, con uno de cada dos jóvenes y casi uno de cada tres adultos en edad de dejar de trabajar, lo de buscar trabajo ya es una patraña, un cachondeo, una mentira y una estúpida forma de justificar la ineptitud de nuestros políticos, la bajada de pantalones eurocomunitaria y lo poco que les importas a los que realmente mandan, que por si aún no lo habías notado, son los que hablan en alemán.
No busques trabajo. Te lo digo en serio. Si tienes más de 30 años, has sido dado por perdido. Aunque te llames Diego Martínez Santos y seas el mejor físico de partículas de Europa. Da igual. Aquí eres un pringao demasiado caro de mantener. Dónde vas pidiendo nada. Si ahí afuera tengo a 20 mucho más jóvenes que no me pedirán más que una oportunidad, eufemismo de trabajar gratis. Anda, apártate que me tapas el sol.
Y si tienes menos de 30 años, tú sí puedes fardar de algo. Por fin la generación de tu país duplica al resto de la Unión Europea en algo, aunque ese algo sea la tasa de desempleo. Eh, pero no te preocupes, que como dijo el maestro, los récords están ahí para ser batidos. Tú sigue esperando que los políticos te echen un cable, pon a prueba tu paciencia mariana y vas a ver qué bien te va.
Por eso me atrevo a darte un consejo que no me has pedido: tengas la edad que tengas, no busques trabajo. Buscar no es ni de lejos el verbo adecuado. Porque lo único que te arriesgas es a no encontrar. Y a frustrarte. Y a desesperarte. Y a creerte que es por tu culpa. Y a volverte a hundir.
No utilices el verbo buscar.
Utiliza el verbo crear. Utiliza el verbo reinventar. Utiliza el verbo fabricar. Utiliza el verbo reciclar. Son más difíciles, sí, pero lo mismo ocurre con todo lo que se hace real. Que se complica.
Da igual que te vistas de autónomo, de empresario o de empleado. Por si aún no lo has notado, ha llegado el momento de las empresas de uno. Tú eres tu director general, tu presidente, tu director de marketing y tu recepcionista. La única empresa de la que no te podrán despedir jamás. Y tu departamento de I+D (eso que tienes sobre los hombros) hace tiempo que tiene sobre la mesa el encargo más difícil de todos los tiempos desde que el hombre es hombre: diseñar tu propia vida.
Suena jodido. Porque lo es. Pero corrígeme si la alternativa te está pagando las facturas.
Trabajo no es un buen sustantivo tampoco. Porque es mentira que no exista. Trabajo hay. Lo que pasa es que ahora se reparte entre menos gente, que en muchos casos se ve obligada a hacer más de lo que humanamente puede. Lo llaman productividad. Otra patraña, tan manipulable como todos los índices. Pero en fin.
Mejor búscate entre tus habilidades. Mejor busca qué sabes hacer. Qué se te da bien. Todos tenemos alguna habilidad que nos hace especiales. Alguna singularidad. Alguna rareza. Lo difícil no es tenerla, lo difícil es encontrarla, identificarla a tiempo. Y entre esas rarezas, pregúntate cuáles podrían estar recompensadas. Si no es aquí, fuera. Si no es en tu sector, en cualquier otro. Por cierto, qué es un sector hoy en día.
No busques trabajo. Mejor busca un mercado. O dicho de otra forma, una necesidad insatisfecha en un grupo de gente dispuesta a gastar, sea en la moneda que sea. Aprende a hablar en su idioma. Y no me refiero sólo a la lengua vehicular, que también.
No busques trabajo. Mejor busca a un ingenuo, o primer cliente. Reduce sus miedos, ofrécele una prueba gratis, sin compromiso, y prométele que le devolverás el dinero si no queda satisfecho. Y por el camino, gánate su confianza, convéncele de que te necesita aunque él todavía no se haya dado cuenta. No pares hasta obtener un sí. Vendrá acompañado de algún pero, tú tranquilo que los peros siempre caducan y acaban cayéndose por el camino.
Y a continuación, déjate la piel por que quede encantado de haberte conocido. No escatimes esfuerzos, convierte su felicidad en tu obsesión. Hazle creer que eres imprescindible. En realidad nada ni nadie lo es, pero todos pagamos cada día por productos y servicios que nos han convencido de lo contrario.
Por último, no busques trabajo. Busca una vida de la que no quieras retirarte jamás. Y un día día en el que nunca dejes de aprender. Intenta no venderte y estarás mucho más cerca de que alguien te compre de vez en cuando. Ah, y olvídate de la estabilidad, eso es cosa del siglo pasado. Intenta gastar menos de lo que tienes. Y sobre todo y ante todo, jamás te hipoteques, piensa que si alquilas no estarás tirando el dinero, sino comprando tu libertad.
Hasta aquí la mejor ayuda que se me ocurre, lo más útil que te puedo decir, te llames David Belzunce, Enzo Vizcaíno, Sislena Caparrosa o Julio Mejide. Ya, ya sé que tampoco te he solucionado nada. Aunque si esperabas soluciones y que encima esas soluciones viniesen de mí, tu problema es aún mayor de lo que me pensaba.
No busques trabajo. Sólo así, quizás, algún día, el trabajo te encuentre a ti.
(...)
Cada cual tenemos nuestros iconos, anhelos y fantasías.
Debemos ser fieles a lo que nos dicta el corazón y a veces dejar su parte a la razón. ¿O era al revés?
Mil besos, mis chicos.
Os espero con la pasión de la libertad.
lunes, 24 de febrero de 2014
** WHATSAPP del demonio... ;-DDDD
A estas alturas de la vida, ¿quien no sabe lo que es el whatsapp? No sé como lo definiriais vosotros, pero personalmente creo que es una fuente de conflictos servidos de modo gratuito. Es verdad que las cosas son importantes no por si mismas si no por el uso que hacemos de ellas, pero hay que ser una persona muy muy muy segura (y una mujer muy muy muy poco suspicaz) para no darle la importancia que no tiene a esa última conexión, por ejemplo. También es verdad que puede resultar útil en la seducción amorosa y en el juego sexual. Pero también para jugar a eso hay que tener las cosas claras.
¿Última hora hace dos minutos y no me ha dicho ni hola?
Esta pregunta enciende todo un torrente de sensaciones, casi siempre negativas, dañinas y dolorosas que generan desconfianza y una terrible sensación de vacío. Y en plan catarata furiosa e imparable, se nos dispara la adrenalina que nos permitiría escribir el mejor de los guiones para un melodrama infumable de peli de sábado tarde. Jack el destripador en versión moderna ;-DDD
Lo cierto es que, si lo miramos en frío, es una locura. Es un control atroz en tiempo real. Y en esta era en la que las tecnologías han ganado el sitio a conversaciones cara a cara, a paseos mirando el atardecer, a ese libro que se regala con una dedicatoria llena de intención... deberíamos hacer un esfuerzo por recuperar la esencia más básica del ser humano, la de la relación personal. La relación del beso, del abrazo, de la caricia. La de mirar a los ojos. El café y las confesiones, la letra escrita. Sin dejar de lado lo moderno, pero dando una oportunidad a la ternura más añeja. Como el buen vino, vaya.
Mil besos, mis chicos.
No dejéis que la tecnología os dirija al abismo de lo insustancial. Cuando haya dudas, del tipo que sea, debemos ponerlas sobre la mesa y hacer un trabajo de comunicación sincero. Con nuestra pareja, con nuestros amigos, con nuestra familia. Hay que hablar, hay que decirse y escucharse, hay que pedirse, hay que relativizar y simplificar. Y nada de sacar conclusiones precipitadas, nada de pensar por los demás, nada de suponer... La armonía llega a nuestra vida cuando los elementos nos generan sensaciones positivas. Y cuando las personas nos ofrecen un espacio en el que sentirnos cuidados, protegidos y mimados. Ofrezcámoslo también nosotros.
Regalaos placer y bienestar al calor del saloncito.
Con el teléfono apagado.
:-))))))
jueves, 20 de febrero de 2014
** LA VIDA, QUE SALE AL ENCUENTRO....
Hoy he tenido un encuentro precioso con mi pasado; con otra vida la verdad. Hace muchos muchos muchos años tuve la suerte de conocer el Taekwondo y entrenar varios años al lado de Juan Miguel Hernández. Me quedé en el cinturón azul (no lo hacía del todo mal ;-)). Pero como tantas otras cosas en la vida, ahí quedó mi aventurilla. Ya sabéis, aprendiz de mucho....
Y hoy me he tomado un cafecito con Juanmi... ¡qué de cosas bonitas! ¡Qué de recuerdos, qué de caminos, qué de vida! Nos hemos puesto al día, nos hemos contado, nos hemos reconocido... Y me ha presentado a su hija Raquel, de camino a Río 2016. Ojalá.
(...)
Mil besos, mis chicos.
Nadie dijo que vivir fuera fácil, pero no debemos dejar de dibujar sueños.
Porque soñando (y creyendo y amando y peleando), dibujaremos también nuevos caminos.
Os espero en el saloncito.
A la ternura de los sueños.
(...)
PD: Bjoerndalen, leyenda.
http://www.elmundo.es/deportes/2014/02/19/5304f704ca474106118b4585.html
miércoles, 19 de febrero de 2014
** ANIDANDO...
Llevo unos días anidando; ya os he contado alguna vez que cada cierto tiempo me da un arrebato de locura incontrolable y me pongo a ordenar como si se fuera a acabar el mundo. Y muevo lo movible (casi siempre para volver a dejarlo todo en el mismo sitio ;-DD) y limpio lo limpiable; en ocasiones también tiro algunas de esas cosas que han quedado arrinconadas en algún cajón o en alguna caja de trastos. O tiro algunos de esos "porsiacasos" que nunca llegué a (re)utilizar. Y de alguna forma, siento más liviana mi mochila.
Deshacernos de objetos materiales que nos anclan a la tristeza y a la pena es un ejercicio de salud mental. Un ejercicio de ternura y de generosidad para con nosotros mismos. Retirar lo que pone oscuridad en nuestro corazón es permitirnos a nosotros mismos avanzar, es darnos una oportunidad de volver a empezar. Porque podemos y debemos volver a empezar las veces que sea necesario. Con luz. Y con paz.
La verdad es que ésta última vez he tirado unas cuántas bolsas de basura; creo que incluso he cerrado algún capítulo que no me dejaba abrir ningún otro libro. He respirado hondo y me he despedido, he dejado ir. Me he liberado. He llorado, no voy a decir que no. Pero creo que ha sido un buen punto de inflexión. Despegando...
(...)
Regalaos un ratito de magia,
un ratito de mimos reparadores.
Regalaos ternura y paz,
liberad vuestras ataduras...
lunes, 17 de febrero de 2014
** AL HILO DEL AMOR....
Regalazo que alguien me ha hecho esta mañana, llenando de luz y de ternura mi buzón.
Lo comparto porque considero que es tremendamente bello.
Y desde aquí, mi gratitud infinita.
Siempre.
Mil besos dulces, mis chicos.
Regalaos un ratito de paz al calor del saloncito....
(...)
JAIME GIL DE BIEZMA
PANDÉMICA Y CELESTE
Imagínate ahora que tú y yo
muy tarde ya en la noche
hablemos de hombre a hombre, finalmente.
Imagínatelo,
en una de esas noches memorables
de rara comunión, con la botella
medio vacía, los ceniceros sucios,
y después de agotado el tema de la vida.
Que te voy a enseñar un corazón,
un corazón infiel,
Desnudo de cintura para abajo,
Hipócrita lector - mon semblable - mon frère!
Porque no es la impaciencia del buscador de orgasmo
quien me tira del cuerpo hacia otros cuerpos
a ser posible jóvenes:
Yo persigo también el dulce amor,
el tierno amor para dormir al lado
y que alegre mi cama al despertarse,
cercano como un pájaro.
¡Si yo no puedo desnudarme nunca,
si jamás he podido entrar en unos brazos
sin sentir -aunque sea nada más que un momento-
igual deslumbramiento que a los veinte años!.
Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
- con cuatrocientos cuerpos diferentes -
haber hecho el amor. Que sus misterios,
como dijo el poeta, son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.
Y por eso me alegro de haberme revolcado
sobre la arena gruesa, los dos medio vestidos,
Mientras buscaba ese tendón del hombro.
Me conmueve el recuerdo de tantas ocasiones...
Aquella carretera de montaña
y los bien empleados abrazos furtivos
y el instante indefenso, de pie, tras el frenazo,
pegados a la tapia, cegados por las luces.
O aquel atardecer cerca del río
desnudos y riéndonos, de hiedra coronados.
O aquel portal en Roma en vía del Babuino.
y recuerdos de caras y ciudades
apenas conocidas, de cuerpos entrevistos,
de escaleras sin luz, de camarotes,
de bares, de pasajes desiertos, de prostíbulos,
y de infinitas casas de baños,
de fosos de un castillo.
Recuerdos de vosotras, sobre todo,
o noches en hoteles de una noche,
definitivas noches en pensiones sórdidas,
en cuartos recién fríos,
noches que devolvéis a vuestros huéspedes
un olvidado sabor a sí mismos!
La historia en cuerpo y alma, como una
imagen rota,
de la langueur goutée a ce mal d'être deux.
Sin despreciar
- alegres como fiesta entre semana -
las experiencias de promiscuidad.
Aunque sepa que nada me valdrían
trabajos de amor disperso
si no existiese el verdadero amor.
Mi amor,
Íntegra imagen de mi vida,
sol de las noches mismas que le robo,
su juventud, la mía,
- música de mi fondo -
sonríe aún en la imprecisa gracia
de cada cuerpo joven,
en cada encuentro anónimo,
iluminándolo. Dándole un alma.
Y no hay muslos hermosos
que no me hagan pensar en sus hermosos muslos
cuando nos conocimos, antes de ir a la cama.
Ni pasión de una noche de dormida
que pueda compararla
con la pasión que da el conocimiento,
los años de experiencia
de nuestro amor.
Porque en amor también
es importante el tiempo,
y dulce, de algún modo,
verificar con mano melancólica
su perceptible paso por un cuerpo
- mientras que basta un gesto familiar
en los labios,
o la ligera palpitación de un miembro,
para hacerme sentir la maravilla
de aquella gracia antigua, fugaz como un reflejo.
Sobre su piel borrosa,
Cuando pasen más años y al final estemos,
quiero aplastar los labios invocando
la imagen de su cuerpo
y de todos los cuerpos que una vez amé
aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo.
Para pedir la fuerza de poder vivir
sin belleza, sin fuerza y sin deseo,
mientras seguimos juntos
hasta morir en paz. Los dos,
como dicen que mueren los que han amado mucho.
(...)
miércoles, 12 de febrero de 2014
** SAN VALENTIN, oh la la ;-)
San Valentin está a la vuelta de la esquina. Vale, vale, es una fiesta comercial y con cierto toque materialista, eso no lo voy a negar; pero no conozco a ninguna mujer que no le haga ilusión celebrar ese día con su pareja y dejarse agasajar por algún detalle lleno de amor. Siiiiiiii, lo ideal sería no tener una fecha en la que obligarse a ser románticos, pero estaréis conmigo en que no todos los hombres del planeta son atentos y prolijos per se. No a todos les viene de serie. Y hacer un esfuercito extra por serlo tampoco está del todo mal, ¿no?
Partamos de que no es necesario gastar un dineral para tener un detalle bonito; es más, considero que conseguir que una mujer sonría y se ablande (amorosamente hablando) es bastante sencillo con muy poquito. Evidentemente cada cual conoce a su partenaire y debe cribar gustos y necesidades; pero cuando las ideas escasean, es bueno tener algún as en la manga. Aquí os mando algunas pinceladas que quizá os puedan ayudar para no quedar como gañanes ;-))))))
1.- Nada de bonos canjeables, ¡no!. La idea de que nuestro chico se haya tomado la molestia de salir y mirar tiendas (o invertir tiempo en internet), valorar nuestra sensibilidad y pensar solo y en concreto en nosotras, ya merece todo un elogio. Así que a currárselo un poco que tampoco es tan difícil.
2.- Los complementos son un clásico y son bastante socorridos: foulards, bufandas o pañuelos, collares, pulseras, sortijas, bolsos, relojes, colonias, libros...
3.- Todo lo que tenga que ver con uno o varios de sus hobbys: deporte, manualidades, cocina...
4.- Nuevas tecnologías: pen drives, conector de usb-s, móviles y tablets (y accesorios), ebooks, teclados enrollables...
5.- Uno de mis favoritos: la taza para dejar mensajes de amor. Si sois un poco manitas hasta la podéis hacer vosotros mismos pero esta opción, así, tal cual, me parece una buena herramienta para mantener viva la llama y dejar mensajes llenos de ternura a diario. También podéis poner una pizarrita en la nevera o en el cuarto...
6.- Juego de mesa erótico. Sin duda, otro de mis favoritos para cualquier pareja ;-)
Y juguetes para compartir.
7.- Cena, teatro, concierto, museo, escapada de finde...
8.- Personalizar objetos
9.- Una cesta de delicatessen
10.- Por supuesto, un masaje :-)
11.- Flores y bombones...
12.- Infusiones, cafés y accesorios...
13.- Maquillaje... es un poco personal pero ¿por qué no?
14.- Ropa interior, ¡claro!
15.- Accesorios para la casa (siempre que se cuente con el beneplácito de la chica en cuestión): una lámpara, un cuadro, juegos de cama divertidos, un reloj, un jarrón (y un bambú, que atrae buen rollo)...
16.- Velas, incienso, quemadores...
17.- "Destroza este diario"
Este me lo voy a regalar, que me ha llamado mucho la atención.
¡Ya os contaré! ;-)
18.- Imanes para hacer palabras/frases.
Sencillamente ¡me encanta!
19.- Una caja de recuerdos...
20.- Rubén Cortada.
Un clon (sin demasiados defectos) sería un detallazo ;-)
Y esta me la dedico...
...never mind
I'll find
someone like you...
(...)
Deseo que celebréis un San Valentin lleno de amor, de ternura, de generosidad, de cariño. Deseo que alguien ponga color y calor en vuestro corazón, deseo que la felicidad sea esa ciclogénesis que os lance a la conquista de cada día. Deseo que la vida os sonría en forma de paz y de bien, de dulce armonía.
Mil besos, mis chicos.
65 primaveras de un genio.
Le recuerdo como parte importante de mi vida desde el momento en que le conocí.
El mundo no sería igual sin Sabina...
..hay caprichos de amor que una dama
no debe tener...
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