martes, 16 de diciembre de 2014

ADMIRO...




...la generosidad de los pequeños detalles, porque hablan de un corazón grande y de un alma que no daña...

...la gente que no radicaliza nada, ni siquiera el amor, porque querer demasiado nos priva de libertad y nos impide querer bien...

...la honestidad, la sinceridad y la lealtad, porque poder confiar en alguien es saber que no vamos a estar sol@s, pase lo que pase...




...la bondad, la humildad y la sencillez como modo de vida; me gusta la gente que lo hace todo más fácil, que evita conflictos, que relativiza con ternura, que acaricia simplemente siendo...

...a los luchadores y a las luchadoras incansables, que esconden mucho dolor tras sus sonrisas, que lo intentan siempre una vez más, que recomponen sus caminos reinventándose con más ganas...

...a la gente que sabe poner cada cosa en su sitio, que sabe que hay un tiempo para todo, que gestiona sin conflictos (innecesarios) el lugar exacto que ocupa cada persona...




...la paciencia que lo llena todo, la que ofrece paz...

...a quien respeta la naturaleza por encima de otras muchas cosas; a quien la cuida, a quien se compromete con ella y por ende, a quien siembra un futuro mejor...

...la inteligencia...

...a quien tiene la capacidad de dar importancia solo a lo verdaderamente importante...




...a la gente que ve mucho más allá de las apariencias, que se deja sorprender, cautivar, hechizar...

...a los hombres -en masculino esta vez, sí-, que son resolutivos, que saben gestionar sus cuitas sin que nadie les esté poniendo siempre una red; los hombres trabajadores, fuertes, gentiles, detallistas, tiernos, cariñosos, sensibles, románticos. Los hombres que lloran y no se esconden. Los hombres que entienden que las tareas del hogar son tareas ineludibles y que dichas tareas no tienen género ni nombre propio...




...el trabajo personal, la reflexión y la autocrítica, porque son la base de la inteligencia emocional; y la comunicación con personas que son capaces de reconocer sus propios errores así como de alabar las virtudes ajenas, son personas que nos hacen crecer...

...la ambición en su justa medida, la que no necesita pisar a nadie para florecer...

...a la gente que llega a todo, que nunca dice "no tengo tiempo", que también  sabe delegar y disfrutar de no hacer nada...




...la gente que saborea su sexualidad, que ejerce un sexo sano y responsable, que sabe que su cuerpo es su templo, que ama con generosidad y que desea, sobre todo, el placer ajeno...

...a quien dedica parte de su tiempo a hacer deporte, que desconecta por un rato de quehaceres y obligaciones, que no dice que no a una pachanga con l@s amig@s, que inculca esos valores implícitos...

...a quien se compromete con una mascota y la convierte en un@ más de la familia...



Mil besos, mis chic@s.
Os espero al calor de la ternura.
:-)


No hay comentarios: