sábado, 23 de agosto de 2014

** EN CADIZ, CARPE DIEM!!



Ando missing, lo sé. Pido disculpas a quien no he podido atender estos días, pero necesitaba unas vacaciones. Sol, mar, paz. De paseo por el paraíso (creo que en los mapas pone Cadiz, pero en realidad el nombre no le hace justicia ;-D). Calma. Y muchas horas de lectura ociosa, ¡¡una maravilla!! He vuelto enamorada del Palmar, de Tarifa y de los mercadillos hippies. Enamorada de la luz, de las playas, de ese halo romántico que la despreocupación otorga a los días de asueto (claro). Estoy loca por pisar de nuevo ese pedacito de cielo en la tierra.



Pero ya estoy de vuelta por Bilbo (gora Marijaia, ¡por cierto!). Y volver siempre es bueno cuando se tiene la dulce sensación de estar en el lugar correcto, en la compañía correcta y haciendo aquello que sostiene la balanza de nuestra frágil cordura. Yo estoy donde creo que debo estar. Al menos de momento. Y esa sensación me reconforta y me permite saborear la felicidad. Gran momento, la verdad.



He dejado la nostalgia
En el mar de los destinos.
Ya no quiero más palabras
De ceniza en mi camino.

A vivir toda la rabia.
A lanzar todo al abismo
De tu cuerpo en mis entrañas
Y a volar siempre contigo.

Se acabaron las batallas
Porque yo nunca me rindo.
Y salieron las estrellas
En tus ojos, amor mío.

A. pesar de lo pasado, 

Hay futuro en el camino.
A pesar de la distancia,
Muy cerca te siento, amigo.
Por eso te doy las gracias
El dolor que ha ido conmigo,
Ahora ya solo es ceniza
Y ya no viaja conmigo.

Se acabaron las batallas
Porque yo nunca me rindo.
Y salieron las estrellas
En tus ojos, amor mío. 


(...)

Y mucho podría escribir sobre Robin Williams, porque he seguido su carrera muy de cerca. Sin embargo, el fin parecía firmado; nunca consiguió sonreír con su mirada llena de tristeza... ¡Oh capitán, mi capitán!



Os espero en el saloncito; a quienes ya hayáis vuelto al ritmo del trabajo, a quienes aún disfrutáis de vacaciones... ¡¡a todos!!
¡Mil besos dulces, mis chicos!




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