jueves, 3 de abril de 2014

** DE POLOS OPUESTOS ;-)




Toda relación para que funcione y sea armoniosa,  ha de ser bidireccional. Dar y recibir, hablar y oír, hacer y dejarse hacer. Paso a paso se van construyendo los cimientos sobre los que erigimos cada afecto y a su vez, cada cimiento, nos va permitiendo perfilar el vínculo que queremos conseguir. Tendremos relaciones vanguardistas, cosmopolitas, clásicas; tremendas, osadas, tiernas. Dulces. Generosas. Y debemos saber si es ahí donde queremos estar, si es con quien queremos ser y si es la forma que queremos darle. Porque cuando algún pilar falla,  nuestro edificio se tambalea.




Es una ardua tarea poner palabras -y definir- el torrente de sensaciones y de sentimientos que genera cada uno de los latidos de nuestro corazón. Toda definición tiene algún ángulo muerto por donde se escapan los matices personales. Únicos e intransferibles. Matices que tiñen nuestro horizonte de uno u otro color; y que en ocasiones enfrentan dolorosas dicotomias que no pueden ni tocarse. Amanecer y anochecer. Yin y yang. Pese a que se complementan, nunca van juntas.




Alguien fue capaz de hacernos creer que los polos opuestos se atraen. Bueno, es una ley física que por comprobable, no voy a ser yo quien la cuestione ;-DDD. Pero en el tema humano, no las tengo todas conmigo. Por darle un voto de confianza al tema, bien podría ser que nuestro instinto buscara a congéneres de nuestra misma especie con habilidades diferentes a las nuestras para contar con más posibilidades de subsistir a la hora de formar una tribu. Y esas habilidades son un saco de iones que se atraen o se repelen. Así de sencillo y así de complejo.




No digo que no. Pero también creo que diferencias irreconciliables convierten la convivencia en un espacio de guerra cuasi constante. Aunque hay guerras para todos los gustos, qué duda cabe. Lo que sí está claro es que hay que mantener la magia y el interés, mantener el punto de sal para que el gris no se instale entre las rendijas del alma. Hay que hacer que guste, que apetezca, que apasione, que sugiera, que encandile. Hay que mantener el pulso en vilo, hay que poner mariposas...

La primavera llega cargada de luz, de armonía, de ternura.
Dejaos seducir por la magia del saloncito.
Dejaos sorprender.
Dejaos...





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