...la alegría
de vivir en libertad...
Ya lo he confesado más veces: los tímidos me producís una ternura cuasi infinita bañada de cierto tinte maternal; pero reconozco que cuanto más mayor me hago, más me atraen los malotes que hacen malabares en el corazón. Un poco de sal y otro poco de pimienta. Ya lo sé, debe ser algún gen destroyer que se va despertando en el córtex prefrontal a la par que avanzan las decenas en la edad. Vayaudasaber.
Sea como fuere, nadie puede forzar la extroversión (al menos no sobrio;-D); supongo que intentar ser lanzado es un esfuerzo titánico digno de un dios superior. Y si uno es un ser superior, no es tímido. No sé si ser atrevido es un don, nos viene dado por herencia o es un aprendizaje favorecido por nuestros progenitores (aprovecho para desear mucho amor a todos los aitatxus que seguís el blog). Como casi todo, será un poco de todo. Pero lo que está claro es que con lo que sí tiene que ver es con la autoestima.
Autoestima y confianza van de la mano; quien se siente seguro, quien no necesita la aprobación constante de los demás, quien se gusta por lo que es y asume como es, quien confía en si mismo y tiene herramientas variadas para establecer saludables relaciones personales, no suele ser especialmente tímido. Que no hay que confundir con prudencia (esa que minimiza daños, ¡sabio!), que es una gran cualidad de la gente inteligente que tanto me gusta (la prudencia y la gente inteligente ;-DDD).
Supongo que ser tímido no siempre es agradable; imagino que la sensación de perder oportunidades será habitual así como la certeza de que el peso de muchas decisiones recae en los demás y no en uno mismo. Y al final un tímido es como la arena que se deja avasallar por las olas. A su merced, antojo y virulencia.
Yo no me considero una persona tímida, no recuerdo haberlo sido nunca. Es más, quizá peco de exceso de extrovertida naturalidad o de natural extroversión, no lo sé muy bien (así me luce el pelo ;-DDD). Pero convivo en paz conmigo misma y puedo presumir de tener gente maravillosa y tremendamente especial en mi vida. Así que hacemos camino al andar, cada cual con sus genialidades y excentricidades únicas e irrepetibles.
Os dejo los otros dos posts en los que hablo de la timidez; han pasado ya unos cuantos años pero sigo pensando muy parecido ;-)) Quizá con algún matiz al color de experiencias vividas, pero mi esencia sigue entre esas líneas.
http://masajesensitivoparati.blogspot.com.es/2009/09/timidos-si-gracias.html
http://masajesensitivoparati.blogspot.com.es/2010/10/la-dulce-seduccion.html
Os deseo la locura del amor, de la diversión, del juego y de la risa; la locura que hace posible lo imposible, que permite alcanzar los sueños más arduos y enrevesados. Os deseo luz, sabiduría y serenidad. Y un ratito de ternura compartiendo el calor de la piel.
Mil besos, mis chicos.
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