jueves, 20 de marzo de 2014

** DOÑA PRIMAVERA. IN MEMORIAM.



Hoy estrenamos primavera. La estación que la sangre altera y en la que debemos hacer un trabajo importante para reajustar nuestros biorritmos; disfrutamos de más horas de luz que estimulan nuestro cerebro y los cambios en las temperaturas y en la flora pueden producir trastornos digestivos y por supuesto, las tan incómodas alergias. La primavera es la antesala del verano, un entrenamiento para el buen tiempo y el calorcito (¡¡que tiemble Cádiz!! ;-DDD).




En este ir y venir generoso y a ratos complejo adecuamiento a la climatología, la alimentación es la herramienta que nunca debemos perder de vista. Debemos escuchar a nuestro cuerpo y reconocer qué hábitos y qué yantares (arcaísmo, ¡claro que sí!) nos sustentan de forma positiva y cuales son verdaderas bombas para nuestro organismo. Hay cientos de estudios sobre la bonanza de todos los alimentos habidos sobre la faz de la tierra y cada cual tiene su propia tolerancia y aceptación a unos y a otros. Sin embargo, hoy me quiero detener en una fruta que ha sido denostada durante muchos años por nutricionistas e incluso deportistas, otorgándole muy mala fama. Me refiero a mi venerado plátano.





Son múltiples los beneficios de este sustento consumido desde hace miles de años. Los árabes y los griegos lo definían como una fruta extraordinaria y en la India recibía el nombre de la "fruta de los sabios". Posee una excelente combinación de energía, minerales y vitaminas, que lo convierten en un alimento indispensable en toda dieta sana y equilibrada.

Ya maduro, el plátano se convierte en un alimento de fácil digestión con mucha fibra soluble. Es adecuado, por lo tanto, para el tratamiento de molestias intestinales y también ayuda a eliminar el colesterol.






Es una de las frutas más nutritivas: ideal para personas que realizan actividades físicas. Previene calambres si se toma antes del ejercicio físico. Es rica especialmente en potasio, vitamina C y B6 y ácido fólico, lo que la convierte en la fruta por excelencia para las embarazadas.


Es buena para curar desde cólicos premenstruales hasta úlceras y nervios alterados. Para levantar el ánimo, nada mejor que un plátano. Combinados con su fibra, los tres azúcares naturales que contiene (sacarosa, fructosa y glucosa) son una inyección instantánea y sostenida de energía, así como un revitalizador de la piel. 


Admite múltiples variantes en la cocina, consiguiendo unas recetas estupendas (ojo con las calorías extra, ¡eso sí!)





Cuidémonos, mis chicos.
Seamos respetuosos con nuestro templo.
Os espero en el saloncito.
Paz y bien.




Alma Dyrgot
Una almohada para mis sueños

"Siempre pensé que volverías a mi, que volverías a ser parte de mi vida y acompañarías mis frías noches. Estaba convencida. Pero la esperanza ha sido una amarga trampa mortal y me dio unas alas que no debería haber desplegado. He llorado mucho; demasiado, créeme. He perdido la guerra, he envejecido por dentro. Me he alimentado de tristeza y de añoranza. Y de añorar no se vive. Así que me despido, por fin puedo despedirme. Que te vaya bonito..."





...volví a encontrar
la libertad que se escapó...





PD: Ha muerto Azkuna.
Ejemplo de muchas cosas buenas; sobre todo, de trabajo bien hecho.
Aprendamos.
Goian bego.


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