La percusión me apasiona. Como decíamos ayer (literalmente ;-D), imagino que hay alguna zona de mi cerebro que se activa cuando oye el ritmo y los tiempos que marcan bombos, tambores, timbales y demás. La caja me encanta -la encuentro muy sensual, ¡qué cosas!- y la tumba me parece tan compleja que me llama poderosamente la atención. Tengo que aprender algo de percusión. Añadiendo a la lista de propósitos...
El Casco Viejo es vida en estado puro. Y siempre hay alguien dispuesto a ofrecer algo. Ayer me cautivó un grupo espectacular; al principio pensé que era batucada pero luego me dí cuenta de que no sólo era una orquesta que sonaba genial sino que además era un equipo -todos a una- que además ofrecen show. Desde el buen humor, algo que valoro profundamente. Una delicia. Os dejo el enlace por si os apetece conocerles y por si teneis la suerte de verles actuar en directo. La calidad musical es espectacular y lo bien que se lo pasan, digno de ver. Que dan envidia, vaya ;-)
http://www.bandarrastreetorkestra.com/
Por cierto, mucho cuidado en la carretera.
Los que salís estos días, especial atención a las normas -no queda otra- y a los tiempos de descanso. Yo he descubierto que las bebidas con taurina (estimulante) me ayudan a conducir con alerta y sin que aparezca sensación de sueño. Pero nada es infalible. La noche previa a un viaje descanso todo lo que puedo y desayuno sin llenar en exceso el estómago. Hay que volver, mis chic@s.
Y para l@s que os quedaís por aquí, sabed que os espero con todo mi cariño.
¡¡Un beso lleno de ritmo!!
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