Habemus papam.
Creo que lo tiene claro todo el mundo. Incluso ya circulan chistes y montajes varios en las redes sociales sobre este tema ("Los ayudantes del nuevo cura, ¿pasan a ser los Hombres de Paco?"). Y a mi, con todo el respeto que me merece la institución católica así como la fe -siempre hay matices, lo sé-, me resulta alucinante el circo mediático montado alrededor de este tema.
Me explico.
Es evidente que el evento es excepcional y de interés mundial. Hasta ahí de acuerdo. Pero un despliegue de medios casi equiparable al de los Juegos Olímpicos y un análisis de entendidos (¿hay entendidos en creer en Dios?), me parece que roza la hipocresía más abrumadora. Porque al final nos vamos a dar media vuelta y vamos a seguir jodiendo al prójimo. Oig. Perdón. Pero es que llevo una temporada complicada y lo único que me encuentro en el camino es gente incompetente. Que igual son hasta buenas personas. Pero unos profesionales inútiles del todo. Y seguro que más de uno de es@s se ha alegrado de tener un jesuita por Papa. Como muy vasco, ¿no?
En fín.
Si que Francisco I reine a su manera es bueno para el común de los mortales, pues bienvenido sea.
Por lo demás, a seguir peleando.
Y a dejarse mimar un ratito, que el mundo se ve mucho mejor.
Recordad que desde el domingo 24 de Marzo hasta el viernes 5 de Abril,
el saloncito estará abierto con horario completo ( de 9:00 a 21:00 h.)
Y abrigáos, mis chicos.
Que este tiempo nos va a volver loc@s.
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