En otra vida (porque en esta creo que llego ya un poco tarde) me pido ser ambiciosa, pero ambiciosa de verdad; marcarme metas asombrosas y conseguirlas. Igual la escala de valores deja un poco que desear, pero el éxito está asegurado. Presidenta del Gobierno, Astronauta, Tocapelotas profesional.... no sé, algo así. Por ver qué se siente, más que nada. Y por sentir el poder en mis manos. Que la cosa está que arde.
Y aunque haya cosas que cambien -digo en esa otra vida, (y puestos a pedir, igual hasta me pido ser hombre)-, me pido seguir siendo realista; eso sí, en plan Santo Tomás, por aquello de tocar para creer. Pero realista. Seguir embarcándome en aquello en lo que creo, en lo que sé que voy a hacer bien. Nunca apuesto por lo imposible porque si bien dicen que lo imposible solo cuesta un poco más, yo prefiero saber que lo que hay es factible. En el trabajo, en el amor, en los hobbys. Apuesto por mis habilidades, por mis aptitudes, por mi ilusión, por mis ganas. Quizá lo que busco es sencillo, pero aspiro al diez. Siempre aspiro al diez. A hacerlo lo mejor que puedo, porque quien hace todo lo que puede, no está obligado a hacer más. O eso me decían antaño...Ahora que lo pienso, igual eso no es ni apostar. Pero bueno. La suma de a cinco, por más que se desafíe a todos los contras (y visto lo visto), no siempre sale bien...
También me pediré en esa otra vida una dósis extra de paciencia; estoicismo para todo: para lo social, para lo humano, para lo divino, para mi misma...lo que viene siendo sosiego, tranquilidad y calma. Paz y bien. A ver si soy capaz de armonizar mi karma y dejo a los planetas hacer su trabajo, que creo que muchas veces entorpezco su labor más de lo deseable.
Os espero en el saloncito, mis chicos.
Para un ratito de ternura, de dulzura, de caricias, de paz.
De esa que sí sé regalaros....
Un beso.
Y como siempre, a quienes seguís confiando en mí, mis más sincero agradecimiento.
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