martes, 7 de agosto de 2012

Querida Margot:

A estas alturas, ya sabes cómo funciona la vida. Se nos da y se nos quita, Tropezamos, caemos y vuelta a empezar, no hay más misterio. Bien es cierto que los cuentos de hadas nos han hecho mucho daño haciéndonos creer en mundos mágicos y príncipes azules, de esos que no fallan nunca. La realidad ya se ha encargado de tirar por tierra esas patrañas machistas; ni caballo blanco ni amor eterno. Y mucho menos actitud de ser felices para siempre. (Uy, perdóname, estoy un poco enfadada con el mundo hoy, no me lo tengas muy en cuenta).

Vivir tiene su aquel; bueno, en realidad lo complicado es crecer, lo otro lo vamos capeando como podemos. Hacerse mayor es el reto. Sentirse a gusto con lo que hacemos, con quien lo hacemos y donde lo hacemos. Echar la vista atrás y tener poco de lo que arrepentirse; siempre habrá alguna cosita, claro, pero hay que procurar que sean pocas las que enturbien el camino. Que digo yo que hace demasiado tiempo que no bebo agua de la buena...

Espero que tú estés bien. Templada, sosegada, llena de paz. Espero que sigas fuerte y poderosa y que no olvides que te mereces lo mejor. No te conformes con menos. Dibuja un horizonte alcanzable y lucha por todos y cada uno de tus sueños. Te lo mereces. Te mereces ser muy feliz. Y cuídate mucho, nadie mejor que tú misma para saber qué es lo que te hace bien.

Un beso, mi niña guapa.



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