miércoles, 10 de agosto de 2011

**PASQUAL MARAGALL Y EL ALZHEIMER



(Si entre alguno de mis lectores, hay alguien que pertenece a la SGAE, sinceramente, mi más sentido pésame. De verdad. Que la ironía sólo encierra un poco de ira por tooooooooodos los años que he sufragado a dicha sociedad, para que tener que volver a alzar la voz en contra del choriceo español, este que tanto nos define social y culturalmente. Una pena, vaya. Que no es que hoy tenga un día guerrero especialmente pero es que como iba a comentar una cosita de la mula, pues he pensado que la introducción merecía la pena).


Por fín, después de unos cuántos intentos fallidos de conseguir la película sobre Maragall, "Bicicleta, cuchara,  manzana" -esto de que, bajo un título aparentemente inocente, se esconda, cada dos por tres, una peli porno, la verdad es que me sigue extrañando...porque si alguna mereciera la pena... ;-D-... que me desvío, perdón. Digo que por fín he conseguido ver la pelí-documental entera. Supongo que sabréis que a Maragall se le diagnosticó Alzheimer en octubre de 2007. Y que es una enfermedad irreversible, al menos de momento. La película hace una especie de recorrido (durante algo más de una año) de la vida la Pasqual desde que anuncia públicamente que le han diagnosticado el mal alemán ese hasta que consiguen poner en pie la Fundación, que es un poco el objetivo de base.
 


"Lo cierto es que hace unos meses me diagnosticaron un principio de la enfermedad de Alzheimer", ha revelado en ese momento. "No es fácil, no es sencillo, pero esta visita me conduce a ser optimista, al menos a medio y largo plazo y lo haré personalmente y acompañado de todos aquellos que quieran y me puedan ayudar en la medida de sus posibilidades, económicas o personales o científicas", ha añadido.

Maragall ha dicho sentirse un "privilegiado" entre los afectados por la dolencia, ya que no podrá perder la memoria pues la gente "va a seguir reconociéndome por la calle".

Además, el ex presidente catalán ha expresado su deseo de ayudar a derrotar esta enfermedad, a lo que piensa dedicar una parte de su actividad. Su intención, ha dicho, es hacer aglutinar recursos científicos, económicos y su propia influencia para luchar contra la patología.

Maragall ha finalizado su intervención de nueve minutos, en la sala de actos del hospital modernista de Sant Pau, apuntando: "Me encuentro bien. Os diré más, me encuentro mejor que hace un año y empiezo esta nueva etapa con optimismo, en compañía de una familia y de unos amigos que me apoyan y me hacen feliz".

"Hicimos los Juegos Olímpicos, hicimos aprobar y refrendar el Estatut y ahora iremos a por el Alzheimer, y tengo la certeza de que esta enfermedad será dentro de 10 o 15 años vencible y vencida", ha afirmado.


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Me ha encantado, la verdad. Hay momentos muy tiernos, otro más duros, otros muy esperanzadores y todos llenos de cruda realidad. Por la cercanía, por la naturalidad, por seguir constatando que detrás de un hombre importante, SIEMPRE hay una gran mujer que soporta, sustenta, alenta, aguanta y tira del carro. Como Diana, su mujer. Cuando se tocan temas de enfermedades o daños irreversibles o crónicos, hay un manual que es indispensable tener a mano y se titula "¿Quien cuida al cuidador?". Diana, en un arrebato de desazón y desesperanza, pide a gritos que alguien también se ocupe de ella, que no se puede estar siempre en  la brecha, siempre con el alma en pie y luchando por mantener el orden y la alegría cada segundo. Todos nos merecemos nuestro rato de paz, nuestros brazos acogedores y recorfontantes. Todos. Es nuestro derecho.







Maragall también decidió empezar a hacer fotos con su móvil; fotos narrativas, que cuentan, que hablan, que dicen. Fotos que captan su día a día y esas cosas -muchas veces imperceptibles a primera vista- y que supongo, le resultarán una especie de álbum de su memoria, cuando ya no pueda controlarla.





 
Así que, si tenéis un poquito de interés, os recomiendo que os dejéis empapar de la historia de un personaje publico que se ha convertido en una persona con una enfermedad devastadora. La cura del Alezheimer es uno de los grandes retos de la medicina. Pasqual, optimista, no deja de repetir que, dentro de 20 años, esta horrible enfermedad tendrá cura. Pero termina diciendo, con una sonrisa: “Pero yo no lo veré…”


1 comentario:

La isla margarita dijo...

Susurros tiernos... lo voy a intentar... El otro dia mi abuelito me quizo regalar dinero porque creyo que era mi cumpleaños =) pobre...Tiene alzheimer .. =(