Disfrutar de los rayos del sol sobre nuestra piel, ya sea en la playa, en el monte o en la piscina, nos produce un placer especial, ya que por regla general, nos vemos infinitamente más favorecidos cuando nuestra piel luce bronceada y con ese tono tostado que nos regala el astro rey. Además, la exposición solar es una importante fuente de vitamina D, que interviene en la absorción del calcio y el fósforo en el intestino y por tanto en el depósito de los mismos en huesos y dientes. Pero no debemos olvidar que una exposiciòn excesiva sin aplicarnos la protección adecuada puede ocasionar daños en nuestra piel como eritema, inflamación, inmunosupresión, cambios de pigmentación e hiperplasia epidérmica) y efectos crónicos como el fotoenvejecimiento y la fotocarcinogénesis.
El protector solar es nuestro mejor aliado contra el sol. Y debería serlo a lo largo de todo el año, no únicamente en verano. Los rayos solares se filtran cada día, sobre todo en regiones en las que el sol luce con una media más alta (por ejemplo, en Levante). Nunca el dicho "prevenir antes que curar" fue más certero que en este ámbito; en nuestra mano está hacer mejor o peor las cosas.
No por manidos, estos consejos dejan de tener una valía total:
*Lo primero y más obvio es evitar una exposición prolongada y en las horas de más calor. Si no hay más opción, una sombrilla que nos proporcione sobra será una gran aliada.
*Debemos aplicarnos abundante protector solar, preferiblemente con la piel limpia y unos 30 minutos antes de que nos dé el sol. Una protección alta nunca estará de más, porque no supone que nos vaya a dar menos el sol, sino que nos protegerá más y mejor.
* Hay que tener especial cuidado con los párpados y los labios, así como con las zonas menos expuestas al sol: el pecho, el abdómen, el culete... Esta piel suele ser más sensible y por lo tanto, los primeros días convendría tenerla tapada con cierto sentido común.
*Los lunares han de estar controlados y vigilados y aplicarles un factor solar muy alto, por el riesgo que presentan.
* Gorros y gafas de sol son los complementos perfectos del atuendo playero; los ojos tb son muy sensibles así como el cuero cabelludo.
*Cada vez que nos bañamos, hemos de volver a aplicarnos protector. Y dicen que después de tres o cuatro horas de exposición, aunque yo os recomiendo que mucho antes.
*Hay que mantener una abundante hidratación, ya que así evitaremos mareos, golpes de calor y subidas de tensión que puedan desestabilizar nuestra salud.
(...)
Aunque a veces haya que vencer la pereza de cuidarnos, hacer las cosas bien puede suponernos una inversión muy positiva de futuro. De salud, de bienestar, de alegría. Hay consejos que merece la pena seguir...
¡Feliz fin de semana,
mis chicos!
Y para endulzar estar tarde de sábado,
os dejo un regalo del maestro SILVIO...
HAY LOCURAS
Hay locuras para la esperanza,
hay locuras también del dolor.
Y hay locuras de allá,
donde el cuerdo no alcanza,
locuras de otro color.
Hay locuras que son poesía,
hay locuras de un raro lugar.
Hay locuras sin nombre,
sin fecha, sin cura,
que no vale la pena curar.
Hay locuras que son
como brazos de mal:
te sorprenden, te arrastran,
te pierden y ya.
Hay locuras de ley,
pero no de buscar.
Hay locuras que son la locura:
personales locuras de dos.
Hay locuras que imprimen
dulces quemaduras,
locuras de Diosa y de Dios.
Hay locuras que hicieron el día,
hay locuras que están por venir.
Hay locuras tan vivas,
tan sanas, tan puras,
que una de ellas será mi morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario