14/04/2011
Soledad Sánchez Mohamed, candidata del Partido Democrático de Ciutadella a la alcaldía de esta ciudad de Menorca, tendrá que retirar un cartel en el que exponía sus pechos, después de que el reclamo fuera denunciado por sexista. El partido, ha explicado Sánchez, pretendía dar a conocer con esta imagen la propuesta electoral relativa al proyecto de acondicionamiento de un anfiteatro del puerto de Ciutadella, un espacio que la formación quiere convertir en una zona de ocio nocturno que atraiga turistas.
"Mi intención era denunciar la doble moral de la gente", sostiene la política balear, quien se define como una "feminista de los años 60 que defiende la igualdad del cuerpo humano".
Soledad Sánchez Mohamed asegura que se está planteando emprender medidas legales contra IU y el Instituto Balear de la Mujer después de la polémica suscitada con motivo del cartel. "Yo hago lo que quiero con mis pechos y no los tengo que esconder. Si ir con un escote es un insulto, que se aguante la gente, yo no tengo por qué taparme. No estamos en la inquisición", dice la dirigente del PDC, que ha tildado a IU de "puritano"."Que se vayan con los talibanes y que repartan burkas".
"Cuando un hombre se desnuda se busca su inocencia, pero si lo hace una mujer siempre se verá mal porque tiene el estigma de la Eva cristiana, la culpable, la provocadora, la indigna", apunta Soledad Sánchez Mohamed, en referencia a los desnudos protagonizados por el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
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...y he pensado que, efectivamente, nos puede la doble (triple o cuádruple) moral en cuestión de sexualidad. Aún en pleno siglo XXI, seguimos escondiendo la desnudez del cuerpo, seguimos olvidando cultivar nuestros sentidos. Siempre nos pueden las obligaciones, los deberes, las preocupaciones; siempre hay algo más importante que uno mismo. Que no está mal pensar en los demás, claro, pero que también es necesario pararnos, respirar hondo y condecernos nuestro tiempo, tiempo para nuestros sueños y para nuestras necesidades.
Disfrutar de nuestra sexualidad es el ejercicio de libertad más maravilloso que podemos ejercer las personas; sexualidad entendida como ternura, como dulzura, como armonía. Sexualidad como la vía para el goce, para el disfrute, para el bienestar. ¿Por qué no vamos a sentirnos orgullosos de nuestra sexualidad?
Así pues, quizá el cartel de Soledad no esté en el foro adecuado, no lo sé; mezclar lo personal con lo profesional puede generar controversia y de algún modo, desdibujar los límites. Pero también es verdad que, al fin y al cabo, somos personas en lo personal y en lo profesional; nuestros aciertos y nuestros errores son los que nos enseñan y nos permiten ser mejores. Si soy Larri y soy como soy, aspiro a poder demostrarlo siempre. No creo que sea justo ni honesto tener que ponerme una máscara, un parapeto, un escudo, según donde tenga que actuar. Defiendo ser como soy y pensar como pienso; habrá a quien no le guste y habrá a quien le parezca mal. Habrá a quien crea que lo que planteo no es del todo descabellado y habrá quien me juzgue sin conocerme. Eso ya lo he vivido. Pero al final, siempre he defendido aquello que me ha apasionado, aquello que me ha hecho mejor persona, aquello que me ha permitido mirar el mundo con amor. Siempre he peleado por la vida, ajustándome al momento y al lugar en el que he tenido que estar.
Creo que he tenido mucha suerte en mi vida; incluso aunque, como dice Dani Martín, algunas flores me las hayan arrancado con dolor. Creo que he defendido lo mío, que no me he vendido, que no he desistido cuando las cosas han ido mal. He sostenido mis flaquezas y mis puntos débiles; he ofrecido mi mejor versión, buscando siempre hacer más cómoda la vida a los demás. Y tengo la conciencia tranquila. Porque cuando las cosas se hacen con suavidad y con sencillez, al final se recoge concordia.
Por eso me pongo en el lugar de Soledad. Si ella ha considerado que ese cartel es digno, apropiado y decoroso como vía para proponer un proyecto en el que ella cree, pues adelante y ole por ella. Creo que dos tetas -maravillas de la naturaleza donde las haya- no deberían insultar a nadie, porque -y esto sí que lo creo firmemente-, el hecho de entender que una foto así es inmoral, sólo está en los ojos de quien así lo mira. Y hay demasiados ojos que juzgan, que critican, que enjuician, que prohíben. Demasiados ojos que confunden donde empieza y acaba la propia libertad. Demasiados ojos que se pierden los matices enriquecedores de las diferencias que tanto nos unen. Porque, independientemente de todo lo demás, el fin que nos acompaña a todas las personas, es el de ser felices. Cada uno desde nuestra trinchera, desde nuestro nido; cada uno desde nuestros ideales y desde nuestra forma de entender la vida. El problema surje cuando olvidamos que la libertad ajena es, precisamente eso, libre; libre, independiente, autónoma y espontánea.
Desde aquí, un pequeño tirón de orejas al Instituto Balear de la Mujer; no vale que aplaudamos a rabiar los calendarios de los bomberos -por poner un ejemplo, que no voy a ser yo aquí quien pretenda que esa práctica desaparezca ;-D- y luego nos llevemos a la cabeza al contemplar un cartel como el de Soledad. No es jugar con las mismas reglas y de hecho, eso es sexismo en sí mismo. Perder la idea de trasfondo. De todos modos, y aunque este último alegato se desvíe un poco del tema original, quiero decir que Menorca en impresionante; tiene una belleza que atrapa, una calma y una luz que invita a quedarse, a volver. Menorca tiene parajes increíbles, calas inaccesibles, una gente muy amorosa y un cartel que yo, personalmente, no quitaría.
Viernes reivindicativo ;-)
Será que ser mujer me sigue pareciendo un regalo.
Y desde aquí, un poco de solidaridad...
¡Feliz finde dulce, gozoso, tierno y en libertad!
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