sábado, 6 de noviembre de 2010

**DESCANSO NOCTURNO



El sueño es una función importante de nuesto bienestar físico porque, de no ser así, la sabía Madre Naturaleza no habría incorporado este ciclo que ocupa la tercera parte de nuestras vidas, unas 200.000 horas si vivimos unos 70 años. Esto significa más de 20 años durmiendo.

Ciertamente no es lo mismo dormir que descansar. Y siempre es más importante descansar bien aunque durmamos pocas horas, aunque tampoco es lo recomendable. Levantarnos con la sensación de haber dormido mal es empezar el día con mal pie; nos sentimos irritables, tenemos la mente nublada, nuestras reacciones son más lentas, no podemos pensar con claridad, tenemos dificultad en la concentración y en la memoria y, a veces, sobrevienen incluso dolores músculares. Conviene tener presente que el cansancio también hace que seamos más propenso a accidentes en el trabajo, en el hogar o incluso en la carretera.



Aunque son ideas que conocemos de siempre, hagamos un ejercicio de lectura comprensiva y llevemos a la práctica aquellos aspectos que no cuidamos y que por extensión, no nos resultan beneficiosos para hacer de nuestro día a día, un espacio rico y agradable para compartir.

1. Lo ideal sería darnos un baño caliente antes de dormir, pero como eso es ir directos contra el ahorro de agua y de energía, pues una duchita es una buena alternativa. No sólo relajaremos los músculos, sino que nuestra mente se dedicará un rato estupendo con nombre propio. No hace falta enjabonarse como si hubiéramos entrenado dos horas; un repaso de agua -y si acaso un poco más de hincapié en las zonas íntimas- será suficiente.

2. El sueño no debe de ser forzado; si nos acostámos y no hacemos más que dar vueltas, mejor un ratito de lectura que nos permitirá ir desconectando poco a poco.



3. Evitemos el consumo de bebidas con cafeína, es decir, el café, el té, bebidas con taurina, la coca cola o alimentos como el chocolate, tremendamente estimulante. Tampoco beber alcohol nos ayudará para lograr un descanso reparador.

4. Es recomendable no comer mucho en la cena y dejar un ratito para la digestión, pues nuestro metabolismo continua por la noche aunque nosotros estemos dormidos; y si tenemos que desviar parte de nuestra sangre exclusivamente al estómago, nuestro cuerpo tenderá a estar alerta sin permitirnos un relax total.




5. Relajemos la  mente antes de dormir; una opción es crear un espacio personal de entre 5 y 15 minutos para hacer algo que realmente nos lleve a la serenidad y prepararnos para dormir. Poner música relajante ayuda mucho; repasar lo que nos ha regalado el día, meditar, contemplar las estrellas o escuchar el mar...

6....y al hilo del punto anterior, una buena forma de espantar esos fantasmas que nos persiguen, es hacer listas y dejar escrito lo que nos pesa; las obligaciones, los temas pendientes, las renuniones, los viajes, los problemas...plasmarlos para darles cuerpo y poder dejarlos sobre la mesilla. Al fín y al cabo, no vamos a solucionar nada hasta que no se haga de nuevo de día.




7. Una buena almohada es básica; debe ser una con la que nos sintamos a gusto, sin tensión, sin dolores ni molestias. Debe adaptarse, en la medida de lo posible, a nuestra ergonomía, que es única y especial.

8. Un colchón duro siempre será una apuesta más saludable que uno excesivamente blando. Junto con la almohada, es otro de los grandes responsables de nuestro descanso, así que nada de muelles viejos, propiedades que ya han desaparecido o herencias desgastadas.

 


9. Hagamos ejercicio!No sólo por el chute de endorfinas, sino sobre todo porque vamos a permitir a nuestro cuerpo reorganizar la energía y devolverle frescura y vitalidad. Y el cansancio que acumularemos, será un buen aliado a la hora de conciliar el sueño. Una dulce y tierna sesión de alcoba también vale... ;-)

10. Aunque sea algo difícil de conseguir, crear una rutina horaria favorece el órden físico. Acostarse y levantarse a la misma hora ayuda a nuestro organismo a programarse para ordenar las necesidades a las que va a tener que enfrentarse.




11. El silencio, la oscuridad y una buena temperatura también influyen, pero eso depende de gustos y preferencias personales, que cada cual deberá gestionar en su entorno.

12. Dicen los expertos, que una siesta de 15 0 20 minutos (mejor que no sea en la cama), es une stupendo reparador natural con el que contamos. Consigue aumentar nuestra atención y productividad; disminuye el estrés considerablemente, y el riesgo a sufrir enfermedades cardíacas. Las funciones cognitivas aumentan hasta un 40%. Además, mejora el aprendizaje y nos ayuda a mantener ágil la memoria durante la tarde y la noche, por lo que no notaremos tanto cambio respecto a la mañana. La salud de las personas que se echan la siesta sufre una mejora general.


13. Y permitidme este pequeño consejo personal: no recurramos a fármacos intoxicantes si no los consideramos absolutamente necesarios. Podemos tener herramientas, recursos y opciones mucho más positivas si nos tomamos la molestia de encontrarlas y de darles forma en nuestro interior.

14. Y como extra, un día de spa, de compras, de belleza y cuidado, de hobbys varios y desde luego, un buen masaje relajante serán remedios indiscutibles para propocionarnos la llave hacia un descanso sereno y lleno de bienestar.



Os espero, mis chicos.
Si necesitáis descansar,
si queréis desconectar,
si hay que curar alguna lesión,
si tenéis molestias que no desaparecen, 
si os apetece un ratito de ternura y de mimos...

¡Felíz sábado!

3 comentarios:

magic dijo...

Mi chica tierna, felicidades por el regalito, que ya veo bien situado en tu blog, la persona que te lo ha enviado sabe, igual que nosotros, que te lo mereces...
Que buena introducción al sueño, felicidades¡¡ cuanto aprendo contigo, chiquilla...
Soy de ese porciento que tiene problemas (por temporadas) para conciliar el sueño, sigo algunos de tus consejos, pero también he descubierto la aromaterapia, llevo unos meses utilizando productos "thisworks"
http://www.thisworks.com/
Un rolón y un spray para la almohada, me va de maravilla.
Un beso tierno¡¡

Juan dijo...

Pero para conciliar el suelo no hay nada comparable a abrazarse, o sentirse abrazado, por esa persona "especial" con la que te une un cariño y una inmensa ternura.
¿A qué sí?

Anónimo dijo...

Muchas noches de insomnio son para olvidar. Pero otras...sirven para crear y para perseguir locuras... locuras...¡divinas locuras!