** EL PODER DE LA EDUCACIÓN

Hoy he añadido un blog nuevo a mi lista de blogs (bueno, últimamente he añadido varios, suculentos y realmente interesantes, para pasar ratitos muy agradables). El que quería comentaros es el de "Departamento de Orientación de Andújar". Para quienes tenéis niños pequeños o trabajáis en Educación (infantil, especial...), os va a resultar un blog fascinante. Tiene un material fantástico, ordenado, pedagógico y ofrecido de manera gratuíta, cuando es un material que me consta lleva un trabajo enorme por detrás y cuya distribución, por otras vías, podría reportar pingües beneficios a los creadores. Pero ellos, amantes y enamorados de la educación, han decidido hacer públicas sus fichas de trabajo para quienes necesitamos un material que nos ayude a ser mejores profesionales. Por mi parte, un aplauso inmenso, porque en estos tiempos que corren, -donde es más habitual ocuparse sólo del bienestar personal-, los responsables de Orientación Andújar son generosos. O como diría un sabio amiguete mío, son altruístas (no de manera puntual, sino como estilo de vida :-)). De verdad, un blog genial.

(...)

Cuando echo la vista atrás, pienso en los cinco años que me llevó conseguir mi licenciatura de "Filosofía y Ciencias de la Educación" (hasta el nombre suena obsoleto ya, en plan coche de los noventa ;-D) y me entra la duda de si fue una buena elección o la elección que tenía que hacer para llegar hasta aquí. No lo tengo muy claro, la verdad. Pero imagino que todo vale, que todas esas puertas que abrimos dejan un poso en el fondo del alma.

Tengo un recuerdo muy bonito de los años de la carrera; conocí gente divertida, disfruté de profesores interesantísimos, aprendí pedagogía de la buena. Me miré dentro, me organicé derechos y obligaciones, me fuí de viaje de estudios a Túnez (uno de los viajes más impresionantes que recuerdo), disfruté de tres meses increíbles en Noruega, me formé en todos los cursos habidos y por haber, viví Donostia de cerca... Y crecí, supongo. Salí de las alitas protectoras de mi familia y me enfrenté a la responsabilidad de ser responsable. Así que, en ésa línea, supongo que la inversión valió la pena. Luego... luego la realidad es menos utópica y menos dulce que lo soñado, pero bueno, es lo que hay y como tal hemos de asumirlo. Y procurar cambiarla, si es nuestro objetivo.

Así que voy a pensar que todo vale la pena,
que todo es parte de la mochila,
que a lo largo del camino también hay que disfrutar de la subida,
los repechos, los neveros y los collados, no sólo de la cumbre.
Entonaré, una vez más, aquel CARPE DIEM...
(El Club de los Poetas Muertos, 1989).
Socorro ;-D

PD: Alguien, con mucho cariño, me ha enviado el montaje de "Premio al Blog" que he puesto en la columna de ahí al lado. Gracias, de corazón. No sé quien ha sido pero desde aquí le mando un ramillete de besos.
:-)