martes, 18 de mayo de 2010

** LA MAGIA DEL SALONCITO



Es difícil explicar cómo planteo mis masajes, la verdad; poner palabras a sensaciones no sólo resulta complicado en sí mismo sino que al final, cada persona experimenta desde sus propias vicencias, necesidades y expectativas. Y la comunicación que surge con un cuerpo puede no surgir con otro. De hecho, así es como ocurre.Hay quien pide, hay quien calla, hay quien se abandona, hay quien se reserva; hay momentos para dejarse hacer y otros para resistirse. Hay días alegres, días tristes, dias generosos, días claros, días oscuros, días desorganizados...


Lo más importante para mí es escuchar cada cuerpo que se tumba en mi camilla; me gusta sentir los latidos más profundos, los anhelos más internos, todo aquello que a veces no se sabe decir de otro modo. Las caricias hablan, las manos hablan.Y el resto lo hace la confianza y la ternura que siempre siempre es bidireccional. Es una sensación maravillosa, dicho sea de paso. Lo cierto es que me encanta mi trabajo y sóis vosotros quienes me hacéis ese regalo cada día.




Gracias.
A todos los que habéis pasado por mi vida dejando luz.
Gracias por permitirme disfrutar,
por seguir recordándome que los sueños están para lucharlos
y que nunca hay que dejar de aspirar a la felicidad.
Gracias por la paciencia,
el cariño,
el placer,
el tacto.
Gracias.

A quienes aún no os habéis decidido,
sólo os puedo decir que os invito a preguntar todo lo que se os ocurra. Todo.





Dejaos hacer,
dejaos sentir,
dejaos.
Abandonaos.
Sabéis que en mi saloncito
siempre hay sitio para la magia...



1 comentario:

magic dijo...

Me encanta, cada vez que visito tu casa, me llenas de paz y de armonía, que grande eres muchacha¡¡¡
Pues sí, nos dimos unos buenos masajes, fuimos al Zara Spa del Mar Muerto, un deleite total...
Y seguimos una semana más en el Curves, de momento va bien, esperemos aguantar un poco más.
Un abrazo guapa¡¡