En el saloncito hablamos de muchas cosas, la verdad; desde los sueños personales hasta las relaciones que terminaron pasando por la filosofía que nos motiva o el misterio que encerramos las personas. Uno de los temas más recurrentes, por cierto, es la sensualidad y esa autoestima que nos permite sentirnos triunfadores en la vida (sin llegar a ser altivos ni vanidosos, por otro lado). Armonía y equilibrio, como para todo en esta vida.
En ese debate a propósito de cómo nos enfrentamos a los sentimientos, siempre sale a relucir uno de nuestros grandes talones de aquiles: la necesidad que se nos ha vendido de que sean los demás quienes nos refuercen; que sea la opinión ajena la que nos resulte más importante que la propia. Preferimos un saco de mentiras bonitas a un par de ceños fruncidos a causa de la realidad; preferimos que se nos mienta, que se nos maquille la realidad. Preferimos que nos digan que nos quieren aunque sea mentira...
...pues no, mis chicos; es preferible la libertad de ser quienes somos y como somos. Es preferible reconocernos para poder cambiar aquello que no nos gusta y tener la conciencia tranquila. Es preferible admitir que somos tímidos (ay, mis tímidos! ;-)) que inventarnos un personaje que luego no tiene recursos para salir a flote. Es preferible la espontaneidad y el dejarse llevar... Demasiados convencionalismos y demasiados clichés socialmente condicionados sólo conseguirán hacernos sentir infelices. Y sino mirad un poco más hondo...
La sensualidad, en este baile de disfraces, no es un instinto natural sino que es algo que se aprende, que se puede desear y acabar consiguiendo; para poder ser sensual se necesita estar en armonía con nuestro interior, sentir confianza y sentirse bien con nuestra forma de ser. Un lujo, la verdad, un sueño, un anhelo. Y es que resultar irresistibles a los demás es uno de los deseos más íntimos que todos albergamos, lo confesemos o no ;-)
Vale, George Clooney puede que lo tenga "un poco" más fácil ;-D; hay bellezas objetivamente delirantes y estos pueden ser dos ejemplos de esa sensualidad irresistible que viene en los genes; pero también es verdad que hay que moldear la belleza, que no siempre se es cisne. Aunque no todos tengamos la gracia y la suerte, podemos hacerlas surgir. Casi todos tenemos un gran potencial pero no todos descubrimos cómo explotarlo; creedme, si fuéramos un poco más libres, todo sería bastante más fluído. Todo.
Así que hoy dedico este post a mis singles, a todos mis chicos que por una u otra razón, han dejado sus relaciones y ahora empiezan una etapa nueva. Y las nuevas etapas siempre dan un poco de vértigo, pero no hay nada que no tenga solución. Y para quienes llevan muuuuuuuuuuchos años de relación con la misma pareja, también es momento de encender nuevas llamitas ;-)
LOS MANDAMIENTOS DE LA SEDUCCIÓN ;-)
Vamos a empezar por cuidar nuestro aspecto; la primera información que recibimos nos entra por la vista, nos guste o no. Así que una combinación acertada de colores y complementos que nos favorezcan será básico. No quiere decir que tenemos que gastarnos una fortuna en vestuario, no; es mucho más importante vestir de forma que nos veamos guapos, con detalles que nos favorezcan y potencien aquello que creemos que es nuestro punto fuerte. Si tengo unos ojos bonitos, colores que llamen la atención; si tengo una boca sexy, cuellos que la resalten. Si una barbita descuidada me sienta fenomenal, ¡adelante! Pero no tenemos que disfrazarnos.
El olor que desprendamos es otro de los puntos fuertes; en mi caso, ya os lo he dicho más veces, es una de las cosas que más me cautivan, desde siempre. Y es que cuando alguien entra en el saloncito y deja detrás de sí su aroma, recibo mucha información sobre esa persona en mi cerebro. (Obviamente, siempre que sea un olor agradable ;-))) A mí me gustan sobre todo los olores de madera, los olores secos pero cada cual tendrá su gusto al respecto. Aquí sí, chicos míos, permitíos un capricho y compráos una colonia buena, un perfume masculino que otorgue distinción y clase. ¿Os imagináis a George oliendo a Baron Dandy? ;-D
También os he dicho alguna otra vez que los tímidos, generalmente, nos producen bastante ternura a las mujeres; pero es que la ternura es el elemento para después de diez años juntos, no para el inicio de una relación o para relaciones puramente sexuales (claro, ¿por qué no?). La timidez, por favor, en su punto justo; tampoco hay que ser descarados, groseros y desagradables, claro que no, pero un término medio sería lo mejor. Entre amoroso y canalla, entre pícaro y dulce, entre... Una mirada, con la intensidad justa, puede conseguir derretir a la más férrea de las voluntades.
Otra de las cosas que casi todas las mujeres solemos compartir, es la idea de que un buen amante pasa por ser un buen besador. Sí, un beso jugoso y rico -de esos que cuando los recordamos nos hacen saltar mariposillas de emoción- puede convencernos de que la persona que nos pretende, puede merecer la pena ;-) Practicad el beso, chicos; un beso sin prisa, un beso explorador, un beso juguetón, un beso tierno...
Esto que os voy a poner aquí os va a parecer un poco ordinario, pero leedlo con cariño: las mujeres NO SOMOS VACAS. Por favor. En ningún sentido. Así que sed cuidadosos, pacientes y educados ;-)
Y esto que me he encontrado leyendo sobre dimes y diretes, me ha gustado, describe a Clooney ;-)
"Una persona sensual es aquella que provoca atracción o reacción en los sentidos de otra, bien sea deseo sexual, excitación, deseo de hacer el amor, etc. En general las personas que poseen un fuerte potencial sexual tienen una sensualidad muy acusada, si bien, en muchos casos ellos mismos no se dan cuenta, el magnetismo personal que se desprende de estas personas es muy envolvente y al entrar en contacto con ellas puede sentirse absorbido.
La sensualidad que se irradia proviene de dos fuentes diferentes; una se encuentra en el interior y la segunda en el exterior. Su poder sensual interior proviene de sus pensamientos, de su energía sexual, de sus sentimientos y de su magnetismo personal, en una palabra, de su personalidad."
Mañana, parte II.
Porque aún hay mucho que aprender...
pd: Tony,
sí,
tú,
-el que tiene cierto parecido a George Clooney-
me debes algo :-)
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