miércoles, 19 de agosto de 2009

** LAS MUJERES QUE ANIDAMOS Y MÁS VIDAS EXTRAORDINARIAS...



Los hombres, para según qué cosas, no sóis tan compulsivos como lo somos las mujeres ;-DDD. Nosotras vivimos con más intensidad las relaciones, las manías, las obsesiones y las cabezonerías. Porque a cabezotas es raro que nos ganéis; si toca día guerrero, hay guerra segura ;-D.

A veces perdemos las perspectiva y la medida de las cosas y salimos al ruedo como un toro bravo, es verdad, pero la devastación no suele ser demasiado terrible. Bien es cierto que tenemos ciertas hormonas que tienen vida propia pero también es verdad que hacemos de este argumento nuestra artillería pesada. De todos modos, no nos lo tengáis muy en cuenta (igual que nosotras obviamos ideas de bombero, desorden, luces encendidas, trastos, camisetas viejas, playeras malolientes... ;-D).




A todo esto añadiría que las mujeres necesitamos un pequeño espacio de intimidad, un reducto de paz y de locura interna y personal que nos ayuda a ordenar nuestro mundo. Y en esa reorganización, necesitamos que la casa acompañe nuestra a armonía. Me refiero a esos días de "voy-a-poner-todo-en-un-lugar-nuevo-así-que-no-molestes-mucho". Cuando intuyáis un día de esos, dejadnos espacio y aire porque en el momento en que movamos el primer mueble, estaremos gruñonas y absurdamente histéricas. Pero es inevitable :-)

En algún otro post ya os he hablado de ese síndrome de "anidar" que nos invade a las mujeres. No es que nos guste, en plan hobby, sino que alguna fuerza superior nos impulsa a ser más impacientes que nunca, a quererlo todo de otro modo, en otro sitio, con otro color. Nos levantamos una mañana y nos parece que no hay nada en su sitio, que el feng shui (¡vaya ud. a saber quién se inventó la historieta esta!) está desequilibrado, que la play es un trasto con mil cables y que las cortinas no pegan. Locuras, desidias, suspiros.



Hasta en el blog hay días que me gusta anidar; de algún modo, es una forma de mantener el pulso, de sentir que la vida no pasa en balde, una forma de renovarse también por dentro. Porque mientras se anida, se hace un repaso a lo vivido, a lo sentido, a lo reído; se recuerdan otros tiempos, se evocan imágenes, se aprecia lo que tiene y se valora lo aprendido.

Así que, chicos míos, si una mañana os levantáis de la cama y os encontráis a vuestra pareja-madre-hermana-amiga y/o compañera de piso reorganizando cada esquina de la casa, procurad interferir lo menos posible y sonreid, sonreid mucho, como si lo aprobarais o ¡mejor! como si lo entendieráis ;-DDD. Y un pequeño consejo: poned a buen recaudo esos pequeños tesoros que todo hombre tiene desde tiempos inmemoriales porque sino, volarán. Inevitablemente. Y luego no tendréis tiempo para lamentaciones... ;-D


(...)

Y hablando de mujeres,
dejadme que recoja un par de fotillos de MARTA DOMÍNGUEZ,
medalla de oro en los 3.000 obstáculos del Mundial de Berlín.
La española marcó un tiempo de 9:07.32,
record de España en la prueba y mejor marca del año.
Sensacional.
Más vidas extraordinarias...








Besitos deportivos,
moviditos
y anidantes... ;-D

3 comentarios:

javito dijo...

Siempre aprendo un poquito leyendo lo que nos regalas a los que nos pasamos de vez en cuando por aquí.

Menudo tema, la convivencia...que difícil resulta a veces, pero al final con que pongamos un poquito cada una de las partes, la cosa va mucho mejor.

Un saludo.

Deprisa dijo...

Sí, es cierto por más que normalamente me niegue a aceptar los estereotipos. Eso del día de "voy-a-poner-todo-en-un-lugar-nuevo-así-que-no-molestes-mucho" me ha llegado al alma!

Anónimo dijo...

Oye, me molan esos gallumbos rosas, son ideales de la muerte....jajaja.