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...¿Vistéis el martes el capítulo de House?
Pues el martes uno de los casos era el del editor que tenía una discapacidad neurológica, una desinhibición del lóbulo frontal que le hacía incapaz de controlar lo que decía. Es decir, un sincero sin medida. ¿Habéis pensad0 alguna vez cómo sería la vida siendo sincer@s constantemente?
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Pocas cosas quedan por inventar en el mundo de la mentira.
- Este año sí que me pongo a estudiar.
- No te va a doler.
- Un momentito y nos vamos.
- Ahora mismo te iba a llamar.
- Por mi madre que nunca más me echo un trago.
- ¿Yoo?… ¿Con esa?… ¡Nunca!!!
- El profe me tiene manía.
- ¿Yo te debo algo?… Ni me acordaba…
- Es culpa del árbitro.
- Pasé el semáforo en ámbar (amarillo).
- Págame tú que mañana te lo devuelvo.
- Te juro por mi madre que te lo envié.
- No, no… yo te llamo.
- Ayer estaba enfermo.
- No pude ir porque me robaron.
- Se me perdió tu teléfono.
- Veo si tengo correo un minuto y me desconecto.
- Sí, sí, el coche es mío.
- Ahora mismo estaba pensando en ti.
- Sólo somos amigos.
- Se cayó solo y se rompió.
- ¡Pero si yo estudié esta vez!
- ¡Me gustaste desde la primera vez que te vi!
- Tuve un problema familiar, entiéndame, profesor.
- Te llamo en 5 minutos, ¿vale?
- Te juro que no se lo voy a contar a nadie.
- El lunes empiezo la dieta.
- Sí, salí con ella, pero no pasó nada.
1 comentario:
Pues no, ja,ja, no lo había pensado. Pero me daría pánico que tuviéramos que ser siempre sinceros. Ufffff.
Besos, Larri, y feliz fin de semana. (Sinceramente)
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