** DE LA AMISTAD Y ESOS VIAJES A ÍTACA

...últimamente estoy de corta, pega y colorea, en plan taller de manualidades literarias; quiero decir que filtro lo que leo y es como si todo me sirviera para plasmarlo y compartirlo por aquí. Esta ventanita abierta al mundo es mi refugio y mi remanso y me encanta que os paséis por aquí. Y que compartaís, claro (javito, eres mi accionista mayor, gracias :-*). Insisto, aunque redunde, que si tenéis artículos, noticias, poesías, historias... algo que sea importante, por la razón que sea, me lo hagáis llegar. Siempre está la puerta abierta...

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Este fin de semana he disfrutado de la visita de una de las mujeres del Akelarre Bilbaíno, ese grupo fantástico de mujeres sobre el que ya os he hablado alguna otra vez. Amigas de las de mayúscula, de miradas sinceras y palabras de amor. O mucho más allá. Amigas de descansar las tristezas, de reposar el alma. Amigas, regalos, dones, maravillas. Sabias, magníficas, absolutas. Amigas. He pasado un finde precioso, bañado en risas y en alegría; que no hay mayor bálsamo que permitir a los fantasmas que salgan y dejar que las lágrimas se conviertan en poesía.

Pues en ese grupo de fantásticas hay un ramillete de valores, virtudes, aptitudes y obviamente, defectos (en eso incidiremos otro día ;-P); somos mujeres llenas de vida, de inquietudes, de sueños. Mujeres fuertes y luchadoras en un mundo diseñado para los hombres. Mujeres valientes y con ganas de empaparnos de lo que nos sale al encuentro. Hay mucha creatividad en ese grupo; hay arte, sentimientos a flor de piel, búsquedas, atascos, miedos. Hay locura, de la buena. Y por eso, hoy he decidido dejaros un trocito de email de una de ellas (he pedido permiso, claro); es la respuesta a una petición de asilo emocional por parte de otra, una petición de "porfa-necesito-saber-qué-hago-aquí-y-si-voy-bien-encaminada". Degustad...

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"...En realidad yo lo que quería era contestar a M** por la semana de las angustias y me he ido por las ramas. Sólo decirte que a las chicas listas nos ponen las tareas difíciles. Sería más fácil recibir iluminaciones y tener las cosas súper-claras desde el principio, pero entonces tendríamos poco que hacer. Hace falta la paciencia de aguantar el tiempo de las preguntas sin tener respuestas y eso sí que es complicado. Pero, si puedes permitirte estar una temporada así, insatisfecha, inquieta, en el aire entre lo anterior y con el deseo de lo siguiente, sin empujar... después es mucho más fácil.

Quiero decir, yo también tengo muchas dudas, todo el rato me pregunto para qué estoy aquí, creo que he venido a hacer algo que aún no sé, siento que pierdo el tiempo por no haberlo definido, que se me va la energía y los años, que... Sin embargo, cuando me escucho de verdad me doy cuenta de que toda mi búsqueda tiene sentido y que lo único que tengo que hacer es dar un paso cada vez. Uno cada vez. Y no veo hacia dónde voy, ni cuál será mi gran creación, ni qué se recordará de mí cuando me vaya. Pero cada cosa que tanteo va construyendo algo y de eso se trata: del recorrido. Sólo un paso cada vez, rubia. No hay que hacer nada más. Un curso, una tarde, un pensamiento, un finde con las amigas de akelarre y ya se está cociendo algo. No quieras terminar el guiso antes de tiempo. Estás haciendo un trabajo interno muy potente, no te dejes cegar por la obsesión de los resultados. Haz lo que veas claro cada vez y si no lo ves, no hagas nada. Está bien así. En realidad, se trata de construirnos a nosotras mismas. Y en eso eres única y preciosa. Somos únicas y preciosas. Para terminar, os mando un poema que habla de eso: de viajar, que llegar es lo de menos.

ÍTACA (K. Kavafis)

Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a cíclopes
ni al fiero Poseidón hallarás nunca
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante tí los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente,
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.
Rico en saber y vida, como has vuelto,
Comprendes ya qué significan las Ítacas."