jueves, 12 de febrero de 2009




... Los hombres tenéis una talento que me admira y es la capacidad maravillosa de simplificar, de no enredaros en afectos, de dar a las cosas la importancia justa. Envidio -manteniendo las distancias ;-DDD- la facilidad para olvidar lo que no merece la pena, ése puntito "pasota" e incluso descuidado. Anhelo, no os voy a engañar, la sobriedad de los sentimientos con testosterona. Que no digo yo que no sepáis querer, que no sepáis entregar vuestro corazón y vuestros sentidos en pos del amor... pero lo hacéis todo más fácil, más sencillo, menos doloroso. Y éso agiliza bastante el mundo.

Las mujeres -aunque me pique reconocerlo-, somos más noveleras (que diría una canariona que tiene parte de mi corazón), más soñadoras, más de inventarnos fantasías y acoplar, entre tanto sueño, al príncipe azúl. Porque aún fantaseamos con los cuentos de hadas, donde sieeeeeeeeeempre triunfa el amor. Pues vaya tela. Que el amor es un invento y que sólo es eterno mientras dura...
Quizá me pida ser hombre en la próxima vida, eso en el caso de que haya otra vida y de que me dejen elegir, claro; me apetece soltar lastre de género, lastre de estereotipos y sexo encadenado, lastre de machismo explícito y machismo femenino, que ése es aún peor. Quiero ser un poco más despreocupada, un poco más sencilla, quiero saber cómo se siente una teniendo ciertos privilegios logrados sin grandes aspavientos. Quizá me pida ser hombre, sí. Y no superwoman.


y ¿sabéis qué? acabo de ratificar una gran lección: que a las personas hay que darles un voto de confianza. Y las oportunidades que haga falta.


...pasaos a dejar una huella
en éste saloncito
que emana vida;
y siempre,
gracias a vosotr@s...

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