lunes, 12 de enero de 2009

** RELATIVIZANDO...


... Hay veces que, por más que intentamos que las cosas fluyan y se ordenen, se empeñan en desordenarse y atascarse para no dejarnos disfrutar de esos preciosos momentos de paz que buscamos con ahínco. Bien es cierto que hay gente que se deleita en su caos y que sólo en ésa vorágine vital es capaz de definirse -y no miro a nadie ;-O-; pero hay otra mucha gente que necesita el equilibrio y la armonía necesarias para no sentirse atrapad@ en la barahúnda de días confusos y bulliciosos.

Yo creo que el verbo clave es RELATIVIZAR. Relativizar los problemas, las angustias, las penas, las confusiones, las decisiones; relativizar los momentos de desorden, de caos y de jaleo, relativizar el ruido que a veces no nos deja escuchar el silencio. También hay que relativizar los momentos de entusiasmo y de alegría, incluso los de felicidad, más que nada para no magnificar los sentimientos colaterales que la euforia provoca.

Quien sabe relativizar es consciente de que todas las cosas que suceden son variables, son transitorias y parciales. Relativizamos cuando las circunstancias no nos atrapan por completo y logramos situarnos a cierta distancia de las mismas. De este modo mantenemos el juicio certero, la mente clara y las opciones de éxito y de bonanza se multiplican, porque el instinto filtrará siempre en positivo. Cuando relativizamos cualquier situación (un problema, un sentimiento, una decisión...), nuestro estado de ánimo puede responder con madurez y consciencia y la mente funciona desde la quietud y el equilibrio. Cuando relativizamos, podemos llegar a encarar con un ánimo positivo y claro cualquier situación que nos produzca un conflicto interno.

Otra de las cosas a la que tenemos que acostumbrarnos es a alejar los pensamientos negativos; ya os he dicho en otras ocasiones que no soy yo mujer de güijas y budú, pero sí entiendo y vivo que todo lo que se hace en positivo (con cariño, con ternura, con pasión, con dedicación, con amor...), revierte en positivo; y que por la misma regla, todo lo que nace desde lo negativo (pena, tristeza, odio, rencor, maldad, egoísmo...), produce energía negativa. Todo lo que nos sucede y todo lo que sentimos tiene un lado aprovechable, podemos hacer una lectura que nos resulte buena y nos genere sensaciones positivas. Si a priori no lo vemos... démosle tantas vueltas como sea necesario para poder encajarlo, porque siempre siempre hay otra forma de verlo, siempre.

Hoy mi blog para Jose, el pintor ;-)
hombre maravilloso -creativo y artista-
y tan sensible,
que la vida le pone a prueba,
a ver si le gana...

Os espero en mi saloncito
para recuperar un poco de esa energía positiva
que nos ayude a relativizar esas sombras
del camino...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ya, ya... pero eso de relativizar, ¿cómo se hace?
un saludo

Anónimo dijo...

anónimo...
...se relativiza revisando desde el interior, desde la humildad y la sinceridad absoluta. Se relativiza con ganas de entender y de cambiar, con armonía, con paz. Se relativiza cuando tomamos decisiones que nos rondan el alma hace tiempo, cuando nos duele pero sonreimos. Se relativiza con serenidad...

Anónimo dijo...

Hola Larri!!!!
Entiendo lo que quieres decir con lo de relativizar y procuro practicarlo amenudo.
Reconozco que ultimamente me cuesta mas relativizar lo bueno que lo malo o dificil que pueda ocurrir en mi vida,apesar de que se que es igual.
Ya me entiendes.
Te mando un abrazo, es muy tierno tu blog,me lo he encontrado de casualidad,pues yo tambien me dedico a los masajes desde el sentir de el momento presente, sin juzgar, sin comparar,apoyando a la persona para que se pueda crear un espacio en su interior donde pueda surgir la verdadera esencia que somos,amor incondicional y conciencia infinita. Asi que te felicito, yo con esto del ordenador estoy empezando y no me llevo mucho,me resulta mas facil el contacto de siempre,aunque reconozco que este tipo de comunicacion te lleva muy lejos...."hasta el infinito y mas allá" como dice mi profe de Clown.

Buena suerte corazón.Antonia