El otro día os dije que me habían hecho dos regalos y hoy os desvelo que fueron un lubricante para intensificar el orgasmo femenino y un vibrador con cabecita para el clítoris :-O (gracias, mil gracias!). Tal y como he confesado a quien me lo regaló, me da un poco de vergüen contaros que he disfrutado muchísimo de estos regalos... y os garantizo que toda mujer debería tener un kit de estos en su mesilla de noche ;-D
Me consta que a los hombres os supone cierto rechazo inicial que las mujeres mostremos interés por estos artilugios sensacionales. Imagino que es como si metiéramos un amante en nuestra cama y en un abrir y cerrar de ojos, nos montáramos un menage a trois que podría incomodar a ciertas autoestimas pelín...sensibles.
He encontrado un artículo simpático y que resume muy bien cómo introducir de forma positiva y con mucho humor, algún juguete sexual que hará las delicias de cualquier clítoris juguetón. Otro día, recordádmelo, hablaremos del orgasmo femenino... y de hacer más placenteras nuestras oxidadas relaciones de pareja :-)
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Lo escribe Martín, en el blog "Seres Sexuales"(me he permitido la licencia de introducir algún cambio que otro).
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"Es increíble cómo un pequeño zumbido puede arrojar miedo al corazón de un hombre adulto, y drenar su masculinidad en tan sólo un segundo. Tan pronto ella saca su “juguete” favorito, o incluso ante pistas de que lo quiere usar, la inseguridad aparece con una pregunta: ¿Por qué ella necesita eso? ¿Qué es lo que no estoy haciendo bien? ¿Estoy siendo reemplazado? ¿Y por qué tenía que ser tan grande?
Calma, no te dejará por su amigo operado por baterías, al contrario. Puede resultar que ella esté tan cómoda contigo que le dé por mostrar su lado salvaje y comience a sugerir propuestas más interesantes.
Para tener una perspectiva del por qué no debes entrar en pánico cuando tu dulce e inocente pequeño amor decide sacar a relucir su Orgasmatron 3000, vamos a dar cinco razones que Olivia Hayes, de The Pleasure Chest ha resumido para The Bachelor Guy. Ella supervisa un negocio de “juguetes” para adultos.
1 - Los vibradores no aportan soporte emocional: no podemos llevar un vibrador a la librería o charlar con él sobre la película que vimos en el cine mientras comemos una pizza. Así que, no os asustéis, no es un reemplazo.
2 - El tamaño no lo es todo. Según Olivia, los hombres se preocupan por el tamaño más que las mujeres. Se comprende la preocupación ya que el vibrador promedio tiene unos 21 centímetros, mientras que el original orgánico… no. Pero el viejo dicho “no es el tamaño lo que importa, sino cómo se utiliza” es muy cierto. No estamos sugiriendo que lo vuestro es pequeño ;-)))))))
3 - La mayoría de los juguetes son usados para realzar, no como sustituto. Las mujeres buscamos volver más picante la relación, no reemplazar a nuestro hombre.
4 - El sexo es para nosotras algo más que acabar. Si el sexo sólo fuese el orgasmo, entonces las mujeres andaríamos por cada esquina satisfaciéndonos con palos jorobados. A las mujeres nos gusta disfrutar de una acumulación sexual antes de ir directas al grano, ese juego previo que hace que lo que viene después sea tan bello. Y como los vibradores no tienen ni manos ni labios, eso limita el juego previo que puedan tener.
5 - Los juguetes sexuales son sólo diversión. El punto de los juguetes sexuales es únicamente el de hacernos pasar un buen momento, así que si los sugerimos es porque estamos buscando pasar un buen rato con el hombre que tenemos a nuestro lado.
Así que déjaos de remilgos y aceptad compartir con nosotras los juegos y los juguetes sexuales."
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Cuando una relación se alarga en el tiempo, para no perder la chispa y no dejar que la monotonía haga mella, una buena dósis de juegos de alcoba, aderezados con nuevos participantes -hay una amplia gama de juegos y juguetes, sólo hay que encontrar el que mejor se adapta a nuestra pareja- pueden conseguir que la llama recupere fuerza y temperatura. Disfrutemos, día a día, de las posibilidades de nuestros cuerpos...
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