jueves, 13 de noviembre de 2008

** LA SEXUALIDAD EN ESTADO PURO



La sexualidad es el motor de la vida, no hay duda. Entendamos la sexualidad como algo más amplio que el sexo en la intimidad, algo más que la gestión de los recursos personales, algo más que lo puramente físico. Según la OMS, se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. Maravilloso. Y espectacular. El sexo, digo.

Hoy voy a romper una lanza a favor del sexo de calidad. Sí, si, sexo y calidad pueden (y deben) ir juntos ;-D. Ya sé que todos estaréis pensando que sóis unos amantes bastante decentes y que para el tiempo que corre, ni tan mal la gimnasia de alcoba. Permitidme una tos de esa tontorrona y una sonrisa pícara. Porque, a no ser que estémos en la fase monotema y pasional de una relación- que dura menos de lo deseado-, el resto del tiempo nos decantamos por lo fácil y lo poco elaborado. La monotonía, los problemas diarios, la desidia, el cansancio... Todo hace mella en nuestra vida sexual y todo lo que hacemos -y nos hacen- acaba siendo aburrido. Bien es cierto que toda relación de pareja pasa por fases y que cuantos más años juntos, menos fácil sorprendernos. Y bien es cierto también que el pulso sexual de cada persona lleva su propio ritmo y que cuando ese pulso se para, cualquier improvisación deja de tener efecto. Las mujeres nos vemos afectadas, además, por cambios hormonales que atacan directamente al deseo sexual. Es lo primero que se reajusta y lo primero que los hombres nos echan en cara. Pero un poco de buena voluntad, mucha paciencia y mucho cariño pueden conseguir reavivar alguna de las brasillas que dejó el fuego del amor.

Hay clásicos que nunca fallan:

* Preparar una noche divertida, romántica o sexy.
* Introducir elementos nuevos (un sex shop es un escaparate de miles de variantes con las que aderezar los juegos sexuales): disfraces, juguetes...
* Una buena cena, un paseo nocturno y arrumacos en el portal o en el coche, devuelven cierta magia quinceañera.
* Tambien una casa llena de velas, flores, bombones, notitas...
* Una sesión de cine erótico (palomitas incluidas) o una charla sobre las fantasías sexuales de cada un@ pueden ser un preámbulo ameno.
* Un fin de semana para dos, locales de intercambio de parejas (ya, esto es otro tema...aunque nunca se sabe)
* Detalles pequeñitos, no necesariamente caros; algo que sabemos que a nuestra pareja no sólo le gusta sino que le hará ilusión porque lo hemos comprado pensando en él /ella (electrodomésticos NO, ¡por favor!)


*** Y un espectacular masaje sensitivo. Regaladlo, regaláoslo; a vuestra pareja, a vuestr@ amante, a un /a amig@, a vosotr@s mismos... Disfrutad del gozo propio o del ajeno, disfrutad de sensaciones nuevas, disfrutad de vuestro cuerpo hasta límites quizá olvidados...


La sexualidad es un regalo, una delicia para los sentidos. Y tenemos la obligación de explotarla. A quienes seguís disfrutando del sexo como el primer día os doy la enhorabuena. A l@s que sentís que hay cosas que cambiar, nunca es tarde. A quienes sois almas libres y no creeis en el compromiso, adelante, gozad; a quienes no sabéis qué hacer con el pulso sexual, buscadle su sitio desde la comunicación. A quienes habéis perdido la ilusión... recuperadla, el sexo rejuvenece. Y a todos y a todas, os invito a renovar, día a día, el gusto por una sexualidad plena. Ser un buen amante es un valor al alza...

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