miércoles, 24 de septiembre de 2008

DISCULPAS, por si se me lee


Hoy me toca hacer un ejercicio de humildad y pido perdón a jOSÉ vICENTE, me consta que un hombre encantador al que hoy he tratado con desdén. No queriendo, desde luego, ni pretendiendo molestarle pero a veces hay circunstancias que no están al alcance de nuestra mano y hoy ha sido un día de esos. Lo siento. Deshacer una cita es algo que me hace sentir fatal, que me crea cierto desasoiego y me ronda la cabeza -y el corazón- varios días. ¡Qué le voy a hacer, yo soy así! Una vez más, sin pretender resultar pesada, pido disculpas a alguien que alabó mi blog y que me regaló una conversación maravillosa. Espero que tengamos de nuevo un espacio para conocernos...
un besete, pero fuerte fuerte.

Y al hilo de todo esto y de la mencionada empatía (¡también va por ti!), os diré que hace años que aprendí a pedir perdón, al igual que aprendí a poner palabras a mis sentimientos y a decirlos en voz alta; y recuerdo -no con exactitud, claro- que experimenté una libertad y una tranquilidad que desconocía. Quizá a veces peco de demasiada sinceridad... pero siempre me ha parecido más honesto ir de cara (con cariño y con respeto) que mentir. En fin, también eso supone llevarse chascos, decepciones, desilusiones y disgustos pero bueno, la vida tiene sus momentos...

...así que en un momento de euforia o de tristeza o de alegría o de cansancio o... sea de lo que sea, regaláos un masaje que os dejará como nuevos. Venid a mi saloncito, siempre sois bienvenidos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

larri, oño, actualiza que necesito un ratito de esparcimiento energético...sabes quién soy?