Tengo nosecuántos borradores para publicar en el blog y al final pasa un día y otro día y no saco ese ratito especial para compartir con vosotros. Y escucho con mucho cariño las riñas amorosas que me habéis hecho llegar por estar en silencio tanto tiempo. Gracias por el interés, de corazón. Así que aprovechando que es viernes y que hace un día preciosiiiisimo, abro de par en par las ventanitas del saloncito virtual para que entre mucha luz.
Pasad, estáis en vuestra casa :-)
(Antes de que se me olvide, muchas gracias a mi maravilloso ángel de la guarda que me trae bombones riquísimos que endulzan mis días...¡¡eres un sol!!)
Acabo de leer que una mente negativa nunca dará una vida positiva. Cierto. Pero que muy cierto. Personalmente huyo de las personas que solo le ven el lado malo a todo, porque eso resulta de un tóxico infumable. Me niego. Y ya es bastante difícil el día a día como para que alguien venga a poner aún más piedras en el camino. Que no. Me niego.
A mí dadme gente alegre, optimista, generosa, amable; gente que piensa bien y hace mejor, que comparte, que se deja enseñar, que enseña sin adoctrinar. Dadme gente dulce y tierna, sensible, autocrítica, humilde. sensata. Gente sencilla -que no simple-, gente que bebe la vida a sorbos, que no piensa solo en el mal ajeno. Dadme gente que irradie luz y que llene de color hasta el día más gris. Esa es la gente que quiero cerca.
He encontrado un artículo sobre cómo ser más positivos, ¿por qué no? todo es susceptible de ser entrenado, así que si alguien se ve con tentación de automachacarse, mejor una intentona de paz para el alma.
Instrucciones...
1.-Para empezar, cuando llegue una situación dura, difícil y desagradable, piensa si realmente puedes hacer algo para cambiarla. Siempre tendemos a modificar los hechos, pero hay veces que esto supone un gasto de energías absurdo ya que hay hechos ante los que no podemos hacer nada. Detecta estos, diferencia: si está de tu mano modificar, actúa; si no puedes hacer nada, deja que las cosas pasen como tengan que pasar.
2.-Saber aceptar las cosas como vienen es el pensamiento principal que hay que desarrollar en la vida, para ser felices y no desarrollar ninguna enfermedad. Aunque a veces pueda ser duro, no presiones, no fuerces. Hazte fuerte tú para afrontarlo todo de la mejor manera posible.
3.-Piensa siempre que las cosas que pasan son las mejores cosas que pueden pasar, aunque sean malas y con finales trágicos. Siempre puedes aprender, crecer y fortalecerte como persona ante todo lo que te suceda. Mira esta versión de los hechos, crece, no te estanques.
4.-Desarrolla tu pensamiento positivo. Esto te ayudará a mantener un pensamiento fuerte y maduro ante todo lo que te pase. Ponlo en práctica, practícalo. Sonríe siempre y a todos, no uses nunca la palabra NO ni otras palabras en negativo. Habla en positivo. Aprende a quererte y ver las cosas maravillosas que hay en ti.
5.-Lleva una vida sana y equilibrada, practica deportes, practica meditación, rodéate de amigos, haz las cosas que más te gusten, trabaja en algo que te apasione, viaja, descansa, duerme bien, ama y da a los demás todo lo que esté al alcance de tu mano. Con esta forma de vida, sólo te llegarán cosas buenas.
6.-Disfruta de cada instante, vive el presente. Cierra las puertas del pasado y no pienses en lo que pasará en el futuro. De esta forma, cuando pasen cosas feas y fuertes, dispondrás de las energías suficientes para afrontarlas. Intenta siempre sonreír, ser amable con los demás. Sensibilidad y amor, esa es la clave para que la vida te devuelva lo mismo.
7.-Practica técnicas diversas para vivir bajo la filosofía del desapego. Esto te ayudará a no sentirte mal ante los momentos difíciles, podrás verlos desde otra óptica y podrás aceptar los retos, los finales, las rupturas. Busca ayuda de un profesional si lo necesitas de verdad.
En resumen...
- Disfruta
de cada momento.
- Ten
confianza en ti.
- Deja que las cosas pasen como tengan que pasar.
Alma Dyrgot
Una almohada para mis sueños
"Es imposible. No puedo ser tu amiga, no me lo merezco. Te debo otro tipo de pleitesía y querría una mudanza a mi corazón, no a mi cuerpo. Eso no me vale. Así que prefiero seguir vagando cual ánima atrapada entre dos mundos; prefiero el silencio, prefiero no saber. No puedo pensarte entre otros brazos, no puedo imaginar que tus labios besan otros labios. No puedo. Es superior a mí. Enloquezco de pena. Así que voy a quedarme con lo bueno; sin rencor, sin dolor. Bueno, el dolor sí será compañero fiel, porque sé que voy a quererte hasta el fin de mis días..."
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