domingo, 16 de marzo de 2014

** PASIÓN Y DESEO (E INCLUSO LUJURIA)



Que un pantalón bien prieto (;-DDD) nos haga sentir mariposas (esta va por tí, bicho), es esa dulce condena que nos canta Calamaro. Una dulce rendición que nos hace perder la razón y que nos da alas para volar. Porque si alguien consigue hacernos temblar sin ponernos una mano encima, estamos perdidos sin remedio. La pasión y el deseo ya nos han hecho sus esclavos y salir de ese laberinto va a resultar una ardua tarea. Aunque digo yo que cualquiera (con cierto sano juicio) no querría salir...





Dice Punset que "el deseo nos saca de nosotros mismos, nos desubica, nos dispara y proyecta, nos vuelve excesivos, hace que vivamos en la improvisación, el desorden y el capricho, máximas expresiones de la libertad llevada al paroxismo. El deseo reivindica la vida, el placer, la autorrealización, la libertad.Unos planifican su vida, mientras que otros la viven al ritmo que les marca el deseo. El deseo de vivir y de hacerlo a su manera. Por eso sus autobiografías son más descriptivas que explicativas, pues sus vidas no tanto se deben a los resultados u objetivos cumplidos, sino al sentido inherente al mismo proceso de vivir. 




Y este proceso, de uno u otro modo, lo establece siempre el deseo. Si bien el deseo rebosa incertidumbre acerca del itinerario, a muchas personas les garantiza la seguridad en cuanto a los pasos dados. Bien entendido que el deseo no es una voz oscura, confusa y estúpida, sino que - en una persona madura - es luminosa, clara e inteligente. Las emociones están en la base de los deseos y de la inteligencia se dice que es emocional. Visto de este modo, el deseo se convierte en el portavoz de uno mismo." 





...seré inmortal,
porque yo soy tu destino...

Visto así, diría que ese es el pulso de mi vida; el entusiasmo, el delirio, el latido que lo inunda todo de luz. Un camino incierto pero lleno de certidumbres, a su vez. A salto de vehemencia. Y de impulsividad. Quizá podria arrepentirme de alguna que otra decisión, pero nunca podré echarme en cara que no he dado lo mejor de mí, que no he apostado hasta perderlo todo. Rojo par y pasa.

Así que confieso que soy afortunada; mi vida es de todo menos aburrida. Mi gente es especial. Mis anhelos, utópicos. Mis amores, infinitos. Mi trabajo, mi templo sagrado. Y mi día a día, un viaje continuo, un ir y venir de sentimientos inconmensurables; unos tristes, otros fantásticos, otros soberbios. Algunos malditos, otros generosos. Pero siempre siempre siempre, llenos de pasión. Porque si no me apasiona, no me embarco. Así de claro.




Leía por ahí que decir "te quiero" es relativamente fácil; pero decir "te deseo", no siempre resulta tan sencillo. A veces porque no sabemos apreciar el matiz y otras veces, porque no todo el mundo ni todas las cosas nos hacen sentir esa lujuria exuberante, ese pulso que nos desborda y nos eleva a otro estadio de absoluta locura.

Tengo ganas de ti. 
Te pienso. 
Te busco. 
Te ansío.

Decidlo. Incluidlo en vuestro vocabulario. Usad la comunicación para decir de verdad, para desvestir el alma. Sin miedo al miedo. Sin temor a quedar en mitad de la calle y desnudo. El dolor pasa. Pero la vida se pierde si no hacemos por respirarla bien hondo...




...pienso
que recordarás...

(...)

Os espero en el saloncito.
A quien espera, a quien necesita, a quien quiere, a quien busca.
A quien es y a quien quiere ser.
Paz y bien.



No hay comentarios: