Tenemos miedo al cambio, al dolor, a salir de la zona de confort; tenemos miedo a sentirnos desorientados al cambiar de rumbo, de camino, de meta. Y se nos olvida el poder que nos da soñar, la ilusión de empezar cosas nuevas, la certeza de que algo mejor puede llegar. Hay que empezar por dar ese primer nuevo paso, hay que abrir los brazos de par en par y dejar que se nos cuelen besos nuevos, miradas nuevas, almas nuevas. Confiar. Creer. Apostar. Y vaciar la mochila de todo aquello que es una carga extra que solo nos aporta malestar, pena, tristeza. Un peso que solo dificulta nuestro paso, como una piedrecita en el zapato. Fuera todo lo que nos desequilibra, todo lo que reinventa una versión fea de nuestro interior. Apostemos por la luz y el equilibrio. Paz y bien.
Mañana nueva semana, nuevos retos, nuevas sonrisas por regalar.
Os espero en el saloncito para compartir ternura, para soñar magia...
Hace tiempo que el destino
separó nuestros caminos.
Hace tiempo que mi olvido se marchó contigo.
Lejos de haberlo vencido,
hoy me rindo a lo que fuimos,
hoy me rindo a seguir preso de ese amor perdido.
Donde sea que hoy estés,
quizá quieras saber
que nunca entregué al ayer tus besos...
Tú y yo, que nos amamos sin temor,
que no pedimos nada y todo lo tuvimos,
dime si hubo algún motivo para darlo todo por perdido.
Un recuerdo sin espera,
las cenizas de una hoguera,
en el hueco de tu ausencia es todo cuando queda.
Con el alma a la deriva,
miro tu fotografia,
ya no espero tu regreso al alba de mis dias.
Donde sea que hoy estés...
Tú y yo...
(4u)
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