miércoles, 25 de septiembre de 2013

** DE OTOÑO Y ADMIRACIÓN


Ya estamos en otoño y se va notando, sobre todo, en el paisaje; los colores han ido cambiando, las hojas secas van alfombrando los caminos, la luz varía sus ángulos... Y este año aún hace buen tiempo, algo que personalmente agradezco. Que luego el invierno es muy duro por Euskadi. Últimamente he decidido sacar a pasear el objetivo de mi cámara (bueno, el del móvil, pero ésto que quede entre nosotros) para intentar captar la esencia del paisaje que se presenta ante mis ojos. Y que muchas veces pasa desapercibido por mirar sin ver. O ver sin mirar, vayaudasaber. Esta mañana he tenido la oportunidad de disfrutar de unos momentos mágicos; la ría cual casto (;-D) tapiz...





Y recogiendo los avatares de mis últimas experiencias vitales, he ido buena parte de mi paseo matutino pensando en que una de las claves para que cualquier relación sea exitosa y duradera es que exista admiración (1.f.- Consideración especial que se tiene hacia alguien o algo por sus cualidades). Admirar sin envidiar, sin competir, sin juzgar. Nuestra pareja -o nuestros amigos, aunque en distinta medida, porque el compromiso tiene otro matiz- nos tiene que sugerir, nos tiene que maravillar, nos tiene que sorprender. Sentirnos encantados, hechizados, llenos de magia. Sentirnos cautivados. Porque esa será la llave de una próspera, favorable y afortunada vida juntos. Sin duda.




Os espero en el saloncito, mis chicos.
Para la ternura, para la magia, para la admiración.
Siempre hay algo nuevo que compartir...
¡¡Mil besos!!




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