lunes, 1 de abril de 2013

** VERBALIZANDO, que es gerundio :-)



He constatado una vez más -y por partida doble-, que las cosas que nos pasan por la cabeza hay que verbalizarlas, hablarlas, compartirlas. Hay que poner en común las ideas, las sugerencias, las sensaciones y las inquietudes que nos asaltan, porque si no lo hacemos, lo más probable es que nos perdamos algo importante. Puede que desviemos nuestro camino, incluso. Y sobre todo, lo más seguro es que generemos malentendidos que nos compliquen la vida. Es mucho más sencillo decir en voz alta lo que nos ronda el alma. Después ya veremos como lo gestionamos; pero ya habremos dado el primer paso, que siempre es el más complicado. Decía una canción aquello de "comenzar nunca es fácil, sabéis; lo importante es querer caminar. Y forjar día a día los sueños...". Pues la única forma de hacer las cosas bien es empezar poniendo palabras a los sentimientos.


Y no hablo sólo del afecto, no; hay que comunicar también las cosas pequeñitas, las piedrecitas en el zapato. Lo que no nos gusta, lo que echamos de menos, lo que cambiaríamos. Lo que necesitamos de los demás, lo que nos sobra en ese momento, los sueños que queremos cumplir. Hay que perder el miedo a hablar de lo de dentro, a hablar de temores y esperanzas, a darle pistas a la gente de nuestra vida para que nos conozca. Es bonito caminar con gente que puede definirnos, que sabe lo que nos gusta y lo que no. Y por la misma, es bonito reconocer a las personas que son parte de nuestro día a día; saber cómo piensan, qué podemos ofrecerles para hacerles sentir mejor, qué cualidades podemos potenciar y qué defectos dejar un poco más de lado.



Os invito a parar un momento; con calma y con sinceridad, poneos y escribid la lista de vuestras virtudes y de vuestros defectos. Y pedidle a alguien que escriba tres o cuatro de cada lista, a ver si coincidís. Intercambiad razonamientos. Y reparad en los defectos; si incomodan, si hacen daño, si impiden a los demás ser felices... añadidlos a vuestra lista de propósitos (de enmienda) y poneos manos a la obra. Cuando reconocemos algo que no es bueno, el siguiente paso solo puede ser reaprender y reeducarnos para volver a empezar. Pero con una nueva versión.

Por aquello de resucitar...
Un besito lleno de luz, de primavera, de paz.
Lleno de magia.
Conózcanse.



...y cuidar de las estrellas
puede ser un buen castigo...

1 comentario:

pennylanebcn dijo...

Totalmente de acuerdo. Debemos aprender expresar lo que queremos y lo que no. Sobre todo porque así nosotros mismos nos damos cuenta de lo que es.
Saludos