Acabo de leer por ahí que "seducir es un arte y enamorar, un don". Puede ser. Aunque yo creo, más bien, que todo depende del momento que vivimos, de la persona concreta que llega a nuestra vida y de las mochilas que somos capaces de echarnos a la espalda. Depende de logísticas, y ternuras, y miradas, y ganas. Mise en place. Un melánge de tout. Lo que me recuerda que a mis brujas, los cuarentaytodos les han caído un poco regulín ;-DD. Supongo que lo que ya llevamos aprendido unido a esta segunda juventud que se nos regala, nos ofrece un moment(az)o de seguridad total. Y ese momento es, cuando menos, interesante. Y poderoso. Somos lobas sensuales...mmmmm! ;-)
Sin duda, hombres y mujeres vivimos esta realidad de la seducción de forma diferente. Es evidente e inevitable, ya que partimos de opciones distintas y llegamos a realidades diferentes. Con lo que conseguir hacer uno dos caminos tan dispares, es todo un logro ;-O
Os dejo un post que he encontrado en la red mientras leía opiniones, estudios, artículos y demás respecto al tema de hoy. Tomémoslo a modo de prólogo simpático. Mañana seguiremos con las clases de seducción...
26
de agosto de 2009 | 18:05
El juego de la seducción: Las mentiras que todos vamos a oír
Admitamoslo, todas (casi
todas) las mujeres mienten (los
hombres también, lo sé, pero de momento no tiraré piedras sobre mi
propio tejado). Esto no quiere decir que sus mentiras estén llenas
de maldad o tengan intereses ocultos; es más, en la mayoría de los
casos su intención no es otra que la de proteger nuestros
sentimientos. En otras, son los suyos los que protegen.
Las
mujeres son
mucho más sentimentales que
nosotros, por lo tanto, protegen los sentimientos (los mutuos y los
ajenos) lo mejor que pueden, así que me atrevería a decir que sus
mentiras son mentiras legítimas.
Tanto
es así que los hombres hemos
aprendido a descifrarlas,
al menos eso creemos. De todos modos, por si todavía hay alguien que
no ha aprendido, intentaré seleccionar y desmontar las más comunes.
“No estoy preparada para una relación seria”
A
no ser que ya esté metida en otra relación (y esto tampoco es un
factor determinante), siempre está preparada. Cualquier
momento es bueno para el amor (momento
cursi del día) y pensándolo bien, tampoco es una mentira al 100%,
es decir el hecho de que ahora no esté preparada para una relación
seria no quiere decir que no lo esté dentro de un par de horas.
No
quiero caer en el tópico de que todas mujeres quieren buscar un
marido, pero es cierto que es
imposible mantener una aventura (también llamado ligue con derecho a roce)
eternamente; tienes que saber que antes o después eso se acabará y no te quedará
mas remedio que empezar esa relación para la que no estaba preparada
o terminar con cualquier tipo de relación íntima.
“No me importa que salgas a emborracharte con tus amigos”
Otra
mentira a medias. Realmente no le importa que salgas un rato con tus
amigos, lo que le importa es el no
saber lo que vas a hacer durante una noche,
sabiendo que lo que seguro haces es cogerte una borrachera
monumental. Salir un par de veces con tus amigos, aunque importe, no
es algo que vaya a afectar a tu relación.
Pero
no lo cojas como costumbre, ya que entonces, empezarán las sospechas
(infundadas o no) y una vez más terminarás en la tesitura
de decidir
entre amigos y tu relación.
“No estoy enfadada, cariño”
Ah
¿no? y entonces ¿porqué has cambiando tu habitual sonrisa por un
ceño fruncido y los brazos cruzados?. Este es el ejemplo perfecto de
una de esas mentiras que hemos aprendido y asumido a la perfección.
Sólo miente de palabra ya que su
lenguaje corporal dice todo lo contrario.
Esta
respuesta suele venir después
de errores para nosotros sin importancia y con mucha para
ellas (recordemos
que ellas son más sentimentales) cómo olvidarnos de una fecha
señalada y ante ella tenemos difícil solución. Si caemos en el
error de intentar solucionarlo: “pero ¿qué te pasa?”,
obtendremos un más que seguro, “de verdad, que no me pasa nada”.
Lo
mejor será que dejes
que se calmen un poco las aguas y
entonces después preguntes que era lo que realmente le pasaba o
sentía.
“El tamaño no importa”
Todavía
no sé si es esta afirmación es cierta o no; cada mujer con la que he hablado me ha dado su opinión (tal vez esa
sea la única verdad: a unas les importa y a otras no), pero la más
convincente decía que era
importante pero no imprescindible.
Que tenía importancia pero no tanta como nosotros le otorgábamos.
De
ahí lo que puedo sacar es que la diferencia entre una muy grande o
una muy pequeña, importa (y mucho), mientras que la diferencia entre
una normal tirando a grande y una normal tirando a pequeña no
importa tanto. Pero como digo, ando completamente perdido, así que
ahora que sé que también hay mujeres que leen esto, por
favor, manifestaos.
;-DDDDDDDD
“Eres el amor de mi vida”
La
veracidad de esta frase depende de una pregunta: ¿cuántos
amores de su vida puede tener una persona? Si
la respuesta es todos los que quiera, me equivoco y esta frase no
debería ir aquí.
Si
la respuesta es UNO, mentirosillas… Vamos a ver, yo que soy un
romanticón pienso que amor
verdadero (o amor de tu vida) solo puede haber uno; los demás serán amores de segunda o como queráis llamarlo.
Pero
por otro lado tengo mi lado pragmático y este me dice que nunca
podrás estar seguro de que es el amor de tu vida,
al menos hasta 1 segundo antes de tu muerte, ya que jamás sabes lo
que te podrás encontrar en los días que te quedan.
Así
que desde mi punto de vista, la única forma de que esa frase sea
verdad es: “Eres
el amor de mi vida, por ahora” y
aún así dudo de que siempre que se dijera fuera verdad.
“Mentiras blancas”
Las
mentiras blancas son las más inocentes de todas; su único propósito
es el de hacernos
sentir bien. Las voy a enumerar pero será mejor que cada vez que las oigamos
sigamos pensando que es verdad, es lo mejor para nuestra salud
mental.
-De
entre todos, tu eres el mejor: Cuando
lo oí por primera vez una agradable sensación me invadió; más
tarde comentándolo con amigos, me di cuenta de que a casi todos nos
lo habían dicho en alguna ocasión, así que o somos muy
fanfarrones o ellas mienten. (gracias por mentir)
-Fingir
orgasmos: Esto
lo cuento porque me lo han contando. Según dicen, solo un tercio
de las mujeres llegan al orgasmo, ¿cuantas han llegado contigo?
¿todas? Lo más probable es que sí, así que, asumámoslo, alguna
trola nos han tenido que colar.
-No
pasa nada, les pasa a todos: No
sé si lo de que les pasa a todos será verdad o no, lo que es una
mentira como una casa es el “no pasa nada”. Ambos os habéis
quedado sin la sesión de sexo que esperabais. ¿Qué más quieres
que pase?
-Hoy
no, me duele _______: Iba
a poner cabeza pero esa frase ha sido tan usada que se ha convertido
en sinónimo de no me apetece, así que nuevos dolores van surgiendo
como sustitutos. En alguna ocasión será cierto; en muchas otras,
no.
*Sé
que al principio he dicho que no tiraría piedras sobre mi propio
tejado, pero os diré cuales son
las tres mentiras universales de
todo hombre (por
favor, tomadlo con humor):
Eres la mujer de mi vida, mañana te llamo y sigue que yo te aviso.
:-O
(...)
Mañana, más.
Que tiene enjundia el tema.
Y como siempre, se aceptan sugerencias.
;-)))
Mil besos, mis chicos.
Recordad que a partir del sábado 22,
el horario del saloncito se amplía de 9:00 a 21:00 h.
hasta el día 3 de Enero de 2013.
¡¡Os espero!!
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