martes, 13 de noviembre de 2012
** SABOTEANDO EN OTOÑO
A veces queriendo, a veces sin querer... nos hacemos daño, mucho daño ¡¡ya lo creo!!. Nos saboteamos nuestra propia felicidad de mil y una formas: nos enchufamos la música más triste que encontramos, nos atiborramos a chocolate o a patatas (o al frigorífico entero ;-D), nos flagelamos mirando fotos evocadoras una y otra vez, leemos y releemos aquellos mensajes de antaño... Llenamos la mochila de más piedras para tener la sensación de que somos héroes, de que nuestro camino es el más difícil, el más duro, el más doloroso. Y de mientras, se nos olvida lo más importante: que la vida se pasa (demasiado rápido) mientras esperamos el gran truco final. Olvidamos disfrutar del camino porque solo pensamos en la cima. Y la cima solo se disfruta y se aprecia si hemos sido capaces de entender el camino, de dibujarlo como un reto, como lo importante, como el tiempo auténtico. Y es que el triunfo de la cima suele durar demasiado poco...
Estoy redescubriendo cosas, muchas cosas. Disfrutando de cosas pequeñitas, de momentos que no volverán. Ofreciendo, generando, optando. Liberando. Libertando.... Y aunque hay cosas que están en la cuerda floja, otras brillan con luz propia.
Sigamos caminando juntos...
Precioso el otoño.
Gracias.
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1 comentario:
la cima es sólo la mitad del camino.... el final vuelve a ser el campo base.
Besos.
PD: no es mio, lo escuché en un reportaje sobre Iñaki Ochoa de Olza.
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