¡¡Qué curiosas somos las personas!! ¡¡Qué diferentes las mentes, los límites, los matices!! Y qué complicado, a veces, entendernos. Porque, como dice una sabia y poderosa bruja, "es que hay hombres que viajan en otra nube". Ni más ni menos.
Las redes sociales, aunque denostadas por muchos -incluídas algunas de mis brujas-, nos acercan, tímidamente, a las vidas ajenas a golpe de clic. Me fascina, la verdad. Me sorprende y me admira lo enriquecedor que resulta conocer los entresijos vitales de otra gente que tiene poco (o menos) que ver con nuestra realidad. Mirar, un poco más de cerca, el alma ajena (¡con entidad propia? -es que estoy leyendo "El símbolo perdido"-). Me encanta reconocer anhelos y sueños parecidos y mareas de valores equidistantes y capacidades que nunca habríamos sospechado y... me encanta empaparme de otras locuras que nos acercan a nuestro propio interior.
Leo, de alguien que me está saliendo al camino con encanto y alegría, que "a veces todo tiene que cambiar para que nada cambie..." ¡¡Qué interesante!!....pues sí, supongo que la actitud es confiar y dejarse llevar, la verdad, pero quiero creer que detrás de los nubarrones va a salir un solazo espléndido. Y que con esto de los casi cuarenta, el contador se puede poner a cero...¡y vuelta a empezar (más o menos)...!
Las personas somos complejas; y según con quién aleemos (hagamos aleación, digo), podemos conseguir un material u otro completamente diferente; y ya no digo nada, si tenemos delante toda una compleja tabla periódica...
:-P
En fín, los misterios de la vida. Considero que aún me queda mucho por aprender, aunque lo cierto es que pensaba que ya estaba volviendo... pero veo que no :-)
Un beso infinito, certero;
apostando por seguir,
por avanzar,
por crear,
por crecer,
por sumar...
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