sábado, 25 de junio de 2011

*CAMINOS CON ALMA

Cuando no sepas qué camino tomar, toma el camino que tenga alma... Cuando sentimos que el esfuerzo que invertimos en encontrar la salida nos agota tanto que nos hace sentirnos tristes, desorientados y desesperanzados, entonces es tiempor de parar en seco y preguntarnos hacia dónde vamos, si ese camino que estámos empeñados en coger tiene alma, si hay serenidad en nuestras decisiones. Porque muchísimas veces queremos ver lo que en realidad no es.


La mayoría de las veces insistimos para que nuestro esquema encaje en nuestra vida, aunque creo que lo que tendríamos que hacer sería encajar la vida conviertiéndola en nuestro esquema. Aceptar lo que viene y vivirlo con toda la sencillez y el cariño posibles. A todos nos toca pasar por momentos complicados y dolorosos, por momentos en los que nada parece salir como esperábamos. Y eso desespera y atasca. Pero relativizar y ordenar nuestros afectos, nuestras necesidades y nuestros sueños, es un trabajo al que debemos dedicar todo el tiempo que sea necesario.


"Podemos cambiar nuestro rumbo básicamente de dos formas: una, por la fuerza, cuando nuestra alma "ya no puede más" y pide a gritos que le escuchemos... Esta forma no es recomendable, porque suele presentarse de manera dolorosa, a contratiempo, accidental; la otra forma, a través del trabajo interno, del resultado de la reflexión, la observación tranquila, la meditación que da pie a la acción inspirada. Esta última forma es más lenta, puede comportar un trabajo personal no siempre agradable, pero no exige precios personales tal elevados como la anterior.





Es difícil cambiar, darse cuenta de si el camino en que uno está es el correcto, si fluímos con gracia por él, sin tomarse un tiempo, sin desacelerar... Me atrevería a decir que es casi imposible hacerlo así sin pagar esos "peajes" tan costosos.

Hace poco leí en algún sitio algo así como que quien no está ocupado en renacer constantemente está ocupado en morir poco a poco. Hagamos, pues, una apuesta por la vida y tomemos el tiempo para renacer sobre la persona que ya somos, integrando lo aprendido para avanzar hacia lo nuevo." (Inma Torres)

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