Ha tres años, cuando empecé este blog, no imaginé que iba a resultar un vehículo tan enriquecedor a tantos niveles. Me ha permitido, por un lado, exorcizar esos fantasmas que a veces se cuelan entre las rendijas de nuestros sueños y de nuestras ilusiones y nos hacen dar traspiés que nos descolocan un poco. Me ha permitido conocer gente maravillosa, compartir ideas, pensamientos, olores y sabores a través de literatura estupenda que ha llegado a mi buzón. Me han acariciado ángeles, me han susurrado latidos, me habeís cubierto de magia. Y todo a través de un espacio hecho con todo mi cariño y con mucha sencillez.
Hemos pasado las 100.000 visitas. Para mí, todo un lujo y un regalazo. Y 30 seguidores, aunque me consta que sóis muchos más los que os acercáis hasta esta ventanita a dejaros empapar de la ternura -más o menos acertada- de estas líneas.
Así que, aún a riesgo de resultar repetitiva, de verdad que quiero agradecer a todos y cada uno de los que habéis pasado por mis manos -y seguís haciéndolo-, la confianza, la paciencia, la ternura, el respeto, el buen rollo, la calidez, la tranquilidad, el aliento, la naturalidad, la cordialidad.... Me devolvéis la ilusión por hacer bien mi trabajo, por ser buena profesional; ilusión por querer aprender, por seguir formándome, por intentar siempre dar lo mejor de mi....
Espero poder seguir contando con vuestra generosidad, con vuestras ganas, con vuestro cariño.
Y espero seguir dando lo que mis manos ofecen: bienestar.
Un beso inmenso.
Dulce, lleno de amor.
Infinito.
Y agradecido.
Sedme felices.
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