**REBAJAS DE PRIMAVERA

Tengo una sobri a la que adoro. Está en una postadolescencia deliciosa, ahí, con sus veinte añazos. Estudiando su modulito y peleando con el corazón, a ver si entiende de una vez por todas a los hombres en general y al que le ha robado el corazón en particular. Aunque ya le he dicho que desista, que a los hombres no hay que entenderlos sino asumirlos e ir jugando las manos según salgan las cartas. Que a veces la carta ganadora será la más baja y otras veces la más alta. Pero nunca nunca nunca hay que enseñar la jugada....

A los hombres también es complicado entenderos, permitidme la observación, mis chicos ;-) sé que en este tema hemos sido las mujeres las que no hemos llevado la palma y nos hemos visto lanzadas a la hoguera de ¿las vanidades? ;-DDDDDD No somos tan fieras ni tan malas ni tan tardonas ni tan complejas ni tan orgullosas ni tan... tan. Y los hombres tampoco sois santitos de especial virtud y abnegación que sabéis practicar aquello de "porlapazunavemaría". De eso nada. Bien es cierto que hay diferencias reales y sustanciales entre géneros pero, en estas lides, es justo no generalizar e ir al grano con las virtudes y defectos de cada persona en concreto. Y porque, además, según la persona con la que interactuamos, hay cualidades que se potencian o se enmascaran dependiendo de los estímulos que nos llegan.

Ahora bien...

...tenemos que tener en cuenta que hombres y mujeres tenemos intereses distintos. Los hombres orientáis vuestros actos hacia la consecución de los objetivos marcados. Las mujeres estámos más interesadas en el proceso de desarrollo en si. En lo tocante a la comunicación, los hombres tenéis el propósito de dejar claro el presente con el mínimo posible de palabras; para nosotras, la comunicación tiene como fin compartir nuestros sentimientos, respecto al presente, al pasado o al futuro. Desde tantas perspectivas como nos sea posible.
En general, los hombres esperáis ser necesitados y admirados mientras que nosotras necesitamos sentirnos amadas y cuidadas. Los hombres respondéis a estímulos físicos (sobre todo), nosotras a los emocionales (sobre todo); necesitamos entender el contexto y todo cuanto esté implicado en ello. Para vosotros, rápido y sin complicaciones suele ser un buen argumento.

Así pues...

CÓMO HACER FELIZ A UNA MUJER: (No es tan complicado)
Para hacer feliz a una mujer basta ser:
1. Amigo
2. Compañero
3. Amante
4. Hermano
5. Padre
6. Maestro
7. Educador
8. Cocinero
9. Carpintero
10. Fontanero
11. Mecánico
12. Decorador
13. Estilista
14. Sexólogo
15. Ginecólogo
16. Psicólogo
17. Psiquiatra
18. Terapeuta
19. Audaz
20. Organizado
21. Buen padre
22. Muy limpio
23. Simpático
24. Atlético
25. Dulce
26. Detallista
27. Galante
28. Inteligente
29. Gracioso
30. Creativo
31. Tierno
32. Fuerte
33. Comprensivo
34. Tolerante
35. Prudente
36. Ambicioso
37. Capaz
38. Valiente
39. Determinado
40. Fiable
41. Respetuoso
42. Apasionado
SIN OLVIDAR:
43. Hacer cumplidos a menudo
44. Adorar ir de compras
45. No montar follones
46. Ser muy rico
47. No ponerla de los nervios
48. No mirar a otras mujeres
Y AL MISMO TIEMPO TAMBIÉN SE HA DE:
49. Estar muy por ella sin llegar a ser celoso
50. Llevarse bien con su familia pero dedicándole siempre el mismo tiempo a ella.
51. Dejarle espacio pero mostrarle interés por lo que hace
ES MUY IMPORTANTE, no olvidar nunca:
Cumpleaños
Santos
Aniversarios
Bodas
Desgraciadamente, incluso cumpliendo estas reglas a rajatabla, su felicidad no está garantizada, ya que podría sentirse agobiada por una vida de asfixiante perfección y largarse con el primer desgraciado-alcohólico-mujeriego que encuentre.

CÓMO HACER FELIZ A UN HOMBRE:
1. Follar (léase hacer el amor, echar un polvo...)
2. Dejarlo en paz


(...)

A mi sobri le digo que, sin intentar entender demasiado, haga lo que su corazón le dicta. Escuchando un poco a la razón, pero siguiendo el camino de los latidos de su corazón. El amor duele. En todas sus versiones, formas, tamaños y colores. Siempre. Pero a su vez también nos da la vida. Y nada hay más valioso y poderoso que mirarnos dentro y sentir que nuestro esfuerzo merece la pena. El objetivo, el fin, la meta que nos lleve a la felicidad, siempre merece la pena.


Besitos de miércoles,
con olor a azahar...