Ayer me comí las uvas más o menos a tiempo; alguien me quitó las pepitas con todo su amor y así, en vez de doce, tenía 24 pedacitos de uva, pero sin molestas semillitas ;-DD Así que intenté coger dos trocitos por campanada, pero os garantizo que tiene su aquel. El caso es que acabé con el cuenco vacío, eso sí y con menos de doce deseos en el bolsillo, porque estaba más pendiente de las campanitas que de pensar en qué cosas ricas me gustaría tener más a mano en 2011.
La verdad es que 2010 ha sido un año muy sereno en mi vida y eso me ha hecho mucho bien; he trabajado (¡¡gracias!!), he conocido a gente maravillosa, he disfrutado de mis amigas y de mi familia, y la salud y el buen humor han estado presentes en mi día a día. Creo que sería injusto pedir estar mejor. Si acaso, ser felíz, pero eso viene dado por lo anterior; así que al nuevo año le pido que se hagan realidad tantos sueños como sea posible.
Y vivir a golpe de ternura y de caricias que curan;
aprender a relativizar,
aprender a buscar soluciones cuando el camino se tuerce
y disfrutar,
gozar,
derrochar los placeres, que decía Serrat...
Os espero siempre, mis chicos.
Para seguir avanzando y creciendo...
(...)
¿Te gusta que te soben, que te rocen, que te hagan sudar?
¿Sentir el aliento, llegar al fondo, subir, bajar…?
Pues en el 2011…
¡¡Utiliza el autobús!!
y ¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!
1 comentario:
Ay nena ¡¡ que cosas... ha pasado un año enterito, ya damos pasitos en el nuevo, algo trasnochados y empachados de tanta celebración, pero aquí estamos.
Tu derrochando ternura como siempre, gracias ¡¡
Sigue así, ya sabes que te deseo lo mejor, y de paso espero seguir disfrutando cada momento de tus caricias tiernas...
Besos preciosa
Publicar un comentario