La verdad es que la Navidad tiene tintes de todos los colores y de diferentes tonalidades, según desde dónde vivamos la historia. Y esto viene a que hay dos opiniones bastante generalizadas en torno a estos días de fiesta; una la de la hipocresía galopante y el consumismo desaforado que nos invade. Por tener que compartir tiempo con quien no nos apetece -muchas veces- y por tener que gastar un dinero que a veces no tiene ni lógica.Y otra, la tristeza que produce celebrar fiestas cuando falta gente que ha sido importante en nuestra vida.
A mí, que las navidades me encantan (incluso faltándome gente especial en mi vida), me viene a la mente hoy tanta y tanta gente que no tiene ni dónde ni con quien compartir estos días mágicos. Supongo que es una realidad casi invisible hasta que no nos roza de cerca. Hay tantas causas como personas y situaciones (adversas, obviamente) y aunque siendo más jovencita (ilusa, utópica ;-D) pensaba que la exclusión social era algo que coexistía a años luz de mi mundo, con el paso del tiempo he descubierto que rozar situaciones complicadas es más fácil de lo que parece.
Así que hoy me gustaría no cerrar los ojos a otras realidades, a situaciones tristes y dolorosas que son parte de nuestra realidad social. Hoy me gustaría recordar la solidaridad, la generosidad, el amor, la ternura...
...y esa esperanza que debe acompañarnos siempre.
Paz y bien para estos días especiales.
Luz para cada paso en el camino.
Sueños cumplidos en pos de la felicidad...
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