sábado, 7 de agosto de 2010

** SEGUIMOS SOÑANDO...

Me sorprende y me apasiona, a partes iguales, la mágica cualidad que tenemos las personas de soñar. Creo que es una capacidad que nos eleva a otro plano, que nos hace aún más importantes en la cadena evolutiva. Porque los sueños son parte de la historia humana y se mantienen a lo largo de toda la vida, de todas las vidas. El cerebro es inmenso, las personas somos increíbles. Y los sueños nos acompañan en ese camino que vamos recorriendo paso a paso.




Freud ha sido uno de los máximos exponentes en lo que a interpretación de sueños refiere; pero creo que una única visión de las cosas, deja un poco escaso el argumento final. En un artículo escrito para la revista digital “LiveScience”, Rachael Rettner explica que la función del sueño es ayudarnos a resolver problemas. Si eso es cierto, la evolución nos ha proporcionado un mecanismo capaz de solucionar los enigmas que nos acosan, simplemente durmiendo un rato.


El estudio realizado por la psicóloga de la Universidad de Harvard, Deirdre Barret, recientemente presentado en la Association for Psychological Science, parte de la premisa de que los sueños son siempre “muy visuales” y contienen una línea argumental cuya naturaleza es casi siempre ilógica. Rara vez el sueño que recordamos es lógico. Por lo general contienen elementos que nos resultan fantásticos, extraños, aterradores o inquietantes. ¿Por qué nos resultan tan raros? Barret cree que “el sueño es en realidad otra forma del pensamiento, una que tiene lugar en un estado ligeramente diferente al que posee esta función cuando estamos despiertos. Aunque estemos soñando”, explica, “seguimos trabajando para resolver los mismos problemas que nos acosan cuando estamos con los ojos abiertos”. En resumen, pensar estando dormidos es diferente a hacerlo estando despiertos, por lo que los sueños proporcionarían una forma diferente -y a menudo efectiva- de encarar los problemas.



Otros investigadores creen que los sueños no son otra cosa que un “efecto colateral” de la naturaleza humana, simplemente un ejercicio que permite descansar una parte del cerebro mientras que otras zonas se mantienen activas y se reponen sustancias químicas indispensables, como los neurotransmisores (transmisores que conducen los mensajes a distintas zonas del sistema nervioso (cerebro, médula espinal y nervios).; y lo que soñamos es el equivalente mental de una TV que queda encendida sin señal en su antena. (Ariel Palazzesi). Dormir suficientes horas y tener un descanso de calidad es, desde luego, imprescindible para equilibrar nuestra energía y nuestra salud. En eso no hay interpretación que valga.



Hoy he soñado un cóctel de destarifes interesantes; a pesar de las diferentes teorías, yo sí creo que siempre hay algún significado escondido entre líneas. En plan código secreto ;-) Creo que pensamos más de lo que creemos, captamos más información de la que procesamos conscientemente; el mundo nos ofrece formas, tamaños y colores que almacenamos y que utilizamos para dar forma a nuestro propio mundo. Al final, todos necesitamos herramientas con las que salir a flote y disfrutar del viaje.


El primer recuerdo que tengo de hoy es que una especie de nave (¿alienígena?), con forma de polaroid y de corlor verde, nos llevaba a dos de mis brujillas vascas y a mí a un lugar sin identificar; pero lo importante era el viaje en sí. Subidas, bajadas, vértigos, luces destelleantes; y todo a una velocidad increíble.




Otro recuerdo era que miraba por una ventana y veía una manifestación; entre los detenidos, estaba un amiguete mío que aunque hoy en día está calvete, en el sueño llevaba el pelo teñido de rojo ;-DDD. También abría un grifo que no se cerraba nunca y veía bayas de goji (en bolsitas) colgadas por doquier...


...no sé, ¿será que busco el elixir de la eterna juventud, viviendo con el vértigo de la velocidad, esperando que la amistad siempre sea motivo de fiesta y abriendo puertas y ventanas sin cesar?



Os animo a que compartáis vuestros sueños; es divertido y muy enriquecedor recoger las interpretaciones ajenas, porque en el fondo nos devuelven la imágen que estámos ofreciendo. Y muchas veces nos podemos encontrar con información que desconocíamos de nosotros mismos. Cuando compartimos nuestros sueños -anhelos, necesidades, miedos...-, estámos dejando una parte importante al descubierto; y cuando nos sentimos vulnerables, también hacemos un esfuerzo inmenso para no caer. Ahí es cuando nos hacemos fuertes de verdad. Y si vencemos esos obstáculos, nada podrá con nosotros.


Es bueno pedir un feed back a nuestra gente cercana; es bueno que nos recuerden que no lo estámos haciendo bien o que nos digan que nos ven fenonemal. Es bueno que nos cuestionen nuestras decisiones o que nos reafirmen en nuestros valores. Es bueno, siempre, rodearse de gente llena de cariño y que nos quiera bien, porque al final, a todos nos hace falta que nos cuiden, que nos mimen, que nos ofrezcan unos brazos en los que descansar. Los matices, ya se irán viendo...






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