Por eso cuando aprendemos a escucharnos, aprendemos a valorar lo que nos ocurre y generalmente también por qué nos ocurre. Y por extensión, podemos llegar a darnos cuenta de que hay dolores de distintos tipos.
Hay dolores de carácter físico, que a priori es la propuesta más occidental y basada en la medicina reglada. Podemos sufrir enfermedades tangibles y clasificables de un modo bastante objetivo.
"La definición más comúnmente aceptada del dolor es “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a una lesión en los tejidos real o potencial”. El cuerpo está lleno de nervios con terminaciones sensibles al dolor que pueden ser estimuladas por muy diversas causas: una rozadura, un corte, una sustancia química irritante, golpes, quemaduras, compresiones o cualquier causa capaz de inducir una reacción inflamatoria. Cuando se produce la irritación de estas terminaciones nerviosas, se genera la sensación de dolor.
Estos receptores de dolor envían señales que, ascendiendo por la médula espinal, llegan hasta el cerebro. El cerebro incorpora estas señales en zonas concretas de la corteza cerebral, haciendo sentir el dolor y localizando el lugar donde se ha producido la lesión.
El dolor es el síntoma que más a menudo lleva al paciente a consultar. Tiene un valor protector, pues avisa que hay algo que no está funcionando adecuadamente y obliga a reaccionar para suprimir la causa que lo produce."Otros dolores tienes su raíz en un plano más espiritual, propuesta que nos llega desde oriente. Ya os dije que creo que somos energía; en esa línea, podemos suponer que tenemos canales internos por los que canalizamos dicha energía y que puede ser que, frente a determinados estímulos, dichos canales lleguen a bloquearse.
"Los meridianos se encargan, en este sistema fluyente de la distribución de la energía vital del Chi (una circulación desde la cabeza hasta los pies, de los pies hasta la zona del pecho, de los brazos hasta los dedos y desde los dedos hacia la cabeza). Los meridianos distribuyen la fuerza vital, a través de una fina red eléctrica, a todas las células del cuerpo y a todos los órganos.
El Chi alimenta la sangre, la sangre alimenta las células, las células constituyen los tejidos, los tejidos componen los órganos, los órganos realizan las funciones y las funciones constituyen la totalidad.
En total existen 12 meridianos. En el cuerpo fluyen en paralelo seis canales yin y seis canales yang a la vez. De los pies hasta el esternón y a través de los brazos bajando hacia las puntas de los dedos fluye el río energético “femenino” yin ; el río energético “masculino” yang fluye de las puntas de los dedos hacia la cabeza y baja de la cabeza hacia los pies.
El Chi alimenta la sangre, la sangre alimenta las células, las células constituyen los tejidos, los tejidos componen los órganos, los órganos realizan las funciones y las funciones constituyen la totalidad.
En total existen 12 meridianos. En el cuerpo fluyen en paralelo seis canales yin y seis canales yang a la vez. De los pies hasta el esternón y a través de los brazos bajando hacia las puntas de los dedos fluye el río energético “femenino” yin ; el río energético “masculino” yang fluye de las puntas de los dedos hacia la cabeza y baja de la cabeza hacia los pies.
No debe haber ningún bloqueo que impida el flujo vivo. A menudo se forman bloqueos en los canales de conducción que se manifiestan inmediatamente con una perturbación en el bienestar, y llevan a dolores y enfermedades anímicas y corporales. Precisamente estos bloqueos son la causa real de interferencias en la salud.
La alegría de vivir y la serenidad son energías de la luz y no pueden ser separadas de la salud del cuerpo. Cada malestar, cada dolor, cada estado depresivo, e incluso cada sentimiento negativo, causa un bloqueo en el río de la energía vital.
Las causas de bloqueos pueden ser :
- Dolores del alma, cargas, disgustos, miedos y preocupaciones, pensamientos y sentimientos negativos.
- Traumas, miedos, rechazos, sobresaltos, tristeza, rabia o repulsión.
- Contaminación eléctrica debido a ordenadores, teléfono móvil, televisores, y todo los aparatos electrónicos.
- Entornos y lugares inarmónicos.
- Accidentes, lesiones y drogas.
- Alimentación errónea y falta de ejercicio físico
Una corriente continua de estos doce canales de luz le otorga al cuerpo una fuerza vital extremadamente inteligente que sabe exactamente cómo mantener el organismo con vitalidad y con un funcionamiento bien equilibrado.
La energía y fuerza vital circulan de esta manera por todas las células, órganos y demás partes del cuerpo".
(...)
Para escribir el post del Pulso Sexual del otro día, la verdad es que busqué mucha información sobre energía sexual, chakras, tantra y demás espacios energéticos que generamos a nuestro alrededor. Siempre os digo que no me autoimpongo etiqueta alguna -porque toda etiqueta limita- pero sí procuro aprender de distintas fuentes y tomar aquellos conceptos y aquellas prácticas que considero pueden ayudarme a ser mejor profesional. Al final, a lo que aspiro es a ofreceros una respuesta lo más ajustada posible a vuestras necesidades. Y eso pasa por tener herramientas que permitan abrir las miras. No es igual tratar una lesión deportiva, que un bloqueo emocional, por ejemplo. Dice un sabio que se ha colado en mi vida, que todo en esta vida es dual, que viene por parejas: el ying y el yang, la vida y la muerte, el día y la noche...
Así que desde esta dualidad, hay quien defenderá que un masaje debe doler
y habrá quien afirme que un masaje nunca debe doler.
Como es un tema interesante
-y que suscita dudas y preguntas-,
mañana seguiremos reflexionando.
Os deseo energía positiva.
Sea desde donde sea.
Y como sea.
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