miércoles, 7 de julio de 2010

** LA TERNURA DE LAS CARICIAS... convertida en masaje

Hace mucho que no hablo sobre la ternura, es verdad (detalle que, por cierto, me ha recordado alguien que viene a menudo por el saloncito y que deja su huella en cada sabia reflexión que me regala. ¡Gracias!). Quizá no escribo tanto porque me seguís regalando la posibilidad de dibujar ternura en cada uno de los masajes que compartimos, pero precisamente porque mi trabajo sigue siendo un lujo para mí, hoy haré un pequeño homenaje a la esencia de mis masajes.


La ternura.
En estado puro.
Ternura que va de la mano de la libertad,
de la espontaneidad,
de la dulzura.
Ternura que se comparte,
que se siente;
ternura que regala paz.





Todos necesitamos ternura, ratos de afecto, gestos de cariño; todos necesitamos sentirnos protegidos, cuidados, amados. Porque tengamos la edad que tengamos, a todos nos hace bien que nos regalen magia, en forma de amistad, de sexo, de abrazos, de sonrisas o de miradas juguetonas. La magia de la ternura. O la ternura de la magia. Buen equipo.


Y para expresar la ternura infinita que somos capaces de regalar, nada mejor que hacer gala de nuestras mejores caricias. Acariciar es necesario para sobrevivir, para lograr el equilibrio que nos permite amar en positivo. La caricia es otro lenguaje, otro código para la vida; ser capaces de compartir con las caricias, nos convierte en personas más cariñosas, más amables, más dulces.Y eso siempre hace bien.

Hay caricias que consuelan, otras alientan, otras acogen; hay caricias que alivian, las hay que sosiegan, otras desatan el deseo. Y hay caricias vestidas de pasión y otras con sabor de amistad. Cuando es sincera y deseada, la caricia transforma; y abre, además, la puerta a la conciencia de nuestro cuerpo y por ende, al aprendizaje del contacto con mimo (préstamo de Álex Rovira).





Así que os invito a compartir un masaje lleno de ternura,
lleno de caricias,
lleno de dulzura.
Un masaje que se dibuja a cada latido,
que nunca se repite,
que es compartido desde la generosidad
y la sencillez.

Os invito a que paséis por el saloncito...

...y dejéis que la magia haga lo demás.




1 comentario:

magic dijo...

Mi maestra de la ternura,es tan bonito lo que escribes.
Aprendo tanto contigo¡¡ Gracias belleza.
Besos a miles