** MASAJE SENSITIVO

Pese a que no soy muy amiga de etiquetas -sobre todo porque nunca consiguen definir por completo aquello que queremos describir-, sabéis que me sitúo cercana a un estilo de masaje sensitivo, un masaje que pretende, ante todo, unir cuerpo y mente. El fin es convertir en energía positiva todo aquello que nos surge a través del cuerpo, a través de nuestros sentidos. La combinación de pases profundos y musculares con pases suaves y superficiales, consiguen liberar los bloqueos que no permiten sentirse bien. Según se consigue reducir la ansiedad y el estrés de las preocupaciones, aumenta la sensibilidad y el bienestar, que es lo que pretendo que os llevéis del saloncito.

El masaje sensitivo relaja los músculos proporcionando un estado de ligereza, promoviendo así la oxigenación de los tejidos y un arrastre significativo de las células muertas de la piel. Pero, asimismo, es un masaje que conecta con el interior, con las emociones, con los afectos y con los sentimientos. Ésa es, quizá, el mayor reto: conseguir el necesario estado de armonía para afrontar el día a día con un poco más de ternura.

El silencio, aunque sé que al principio os choca, es otra de las características básicas: el proceso de interiorización energética ha de darse sin interferencias, sin estímulos que, queriendo o sin querer, nos alejen de nuestro yo, de nuestras verdaderas necesidades. Al menos para mí es importante. Tenemos que escucharnos, tenemos que dejar que el cuerpo hable y nos pida lo que necesite, que generalmente ni lo sabemos. Hacemos un gran esfuerzo por no prestar demasiada atención a nuestra conciencia -léase moral, ética, percepción...-; preferimos dejarlo pasar, negar la evidencia, disfrazar el alma y sacar, de nuevo, la máscara. ¡¡Qué sería de nosotros sin las máscaras!!

Así que os invito a pasar por el saloncito
(en Valencia y en Leioa);
para un ratito de paz, de búsqueda, de interiorización.
Os invito a dejaros mimar, a dejaros cuidar,
a que os regaléis un capricho.
La condición -como siempre os digo-,
es no esperar nada y esperarlo todo,
es dejar sitio a la magia,
es abrir el alma de par en par
para conseguir llenar el corazón
de ternura...



Besos,
atrevidos y espontáneos ;-)