...No tengo muy claro si a los hombres os pasa también pero a las mujeres, de repente y a veces sin motivo aparente -aunque otras veces con TODA la razón del mundo-, nos invade una especie de torrente de mala uva que nos va atrapando y enredando y que al final acaba en una increíble explosión muerdeánimos con la que nos quedamos a gusto, aunque a vosotros os haya arrastrado el tsunami del siglo. La verdad es que lo siento. No sé si son las hormonas, que no nos gustan las sorpresas desagradables que nos supongan trabajo extra o el hecho de que nos declaramos anti ideas bombero (¿os suena?), pero de vez en cuando tenemos días de esos. Quizá sea parte de nuestro encanto (jajajaja), pero como casi siempre nuestra reacción suele ser desproporcionada e incluso injusta, yo he hecho el firme propósito de no dejar daños colaterales por mi camino. O de intentarlo, al menos ;-)
Lo de respirar hondo, contar hasta diez y desviar el pensamiento funciona regular, sobre todo si mientras estámos en pleno proceso zen, sabemos que el desaguisao que habeís montado sigue sin remitir. En ese momento es cuando nos juramos y perjuramos que NUNCA más os vamos a hacer caso. Socorro. Pero una vez más y pese al sin fin de ideas asesinas que se nos ocurren, acabamos dejando que todo pase para, ¡¡cómo no!!, volver a empezar.
En realidad, aquí lo más inteligente es dejaros hacer; dejar que entendáis, asumáis, organicéis y, por fín, arregléis. Y si todo eso lo conseguimos hacer con mucho humor y una sonrisa en la boca, eso que nos llevaremos. Porque nos falta risa en la vida; nos falta la paciencia, la sencillez, la humildad y lo bonito del buen humor. Nos pasamos muchas horas enfadados, con el ceño fruncido, preocupados, recelosos, alterados. No nosgusta nuestro trabajo, nos hace la puñeta nuestra pareja, nuestros hijos nos llevan al límite, somos inseparables del claxon y siempre tenemos una queja en la boca, por el tema que sea. Y olvidamos lo bueno que es reir y lo que facilita la vida. Y la cantidad de beneficios que tiene, como por ejemplo que...
-Es positivo para la salud; previene enfermedades del corazón
-Reduce el nivel de estrés
-Nos conecta con nuestro interior y nos ayuda a mejorar las relaciones con los demás
-Nos ayuda a clarificar ideas y a solucionar problemas
-Es un saludable ejercicio para el sistema respiratorio
-Se generan endorfinas, ese maravilloso analgésico natural del que podemos disponer sin espectaculares trucos de magia
-Nos ayuda a generar pensamientos positivos y a encarar la vida con optimismo
-Nos puede otorgar el empujón necesario para conseguir nuestros sueños, para mantenernos motivados y desde luego, para sentirnos felices. Que alguien que no ríe, no puede ser nunca felíz.
Cuando quedamos con amigos, la sensación que más nos llena es la de poder decir que nos lo hemos pasado estupendamente, que ha sido una reunión divertidísima y que nos hemos reído mucho. Ayer, por cierto, pude participar, gracias al teléfono, de una cena que me dolió mucho perderme, la verdad, pero el ratito que compartí fue delicioso; oir reir a mis amigas es uno de los bálsamos más reconfortantes que puedo imaginar. Oir reirse a Guru es, directamente, un regalo.
Así que, mis chicos, hagamos el trabajo de reir más, de generar pensamientos que hagan bien -a nosotros mismos y a los demás-; solucionemos lo que podamos y dejemos que otros nos ayuden a solucionar lo que no podemos solos. Relativicemos, asumamos lo verdaderamente importante y dejemos que lo superficial pase un poco de largo. Hagamos más por ser felices... empezando por sonreir más.
Os espero en el saloncito,
para una dósis extra de endorfinas,
y una sonrisa desde lo más hondo,
una sonrisa de las que cura...
Pd:¿Alguien tiene que pedir perdón?
Agenciáos un saco de la risa
y algo que le haga mucha mucha ilusión
a quien tengáis que sobornar... ;-)
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