miércoles, 27 de enero de 2010

** CURSO DE INTELIGENCIA



Dice Óscar -máster en ternura y educación-, que al pasado no hay que mirar para nada; que ya tuvo su tiempo y que lo que de verdad vale es lo que tenemos ahora, ni más ni menos. Sin dejar de ser cierto, yo creo que al pasado sí hay que mirar, al menos para aprender y no volver a cometer los mismos errores. Aunque a veces los errores son los que nos conducen hacia una dirección adecuada, nos enseñan la luz del bosque, nos permiten ver el abismo para no zambullirnos en él. El pasado es una realidad de la que no podemos deshacernos, una realidad que nos convierte en lo que somos, que nos recuerda lo que fuimos, que pone sobre la mesa lo conseguido y lo que se quedó por el camino. No hay que anclarse en lo que pudo haber sido y no fue, no; pero mirar atrás a veces nos recuerda otros sueños, otras ilusiones; nos recuerda la fragancia de la inocencia y la fuerza del coraje de antaño. Luego, la vida, ya se encarga de ponernos obstáculos, de hacernos heridas, de dejarnos las cenizas del dolor. Porque eso es inevitable, siempre hay dolor; las personas nos herimos, nos hacemos daño. Los sentimientos duelen, para bien o para mal, pero duelen. Sobre todo si no sabemos qué hacer con ellos.




Pero Óscar -también Doctor en optimismo- me ha recordado algo muy importante: que pase lo que pase y pese a quien le pese, nunca hay que dejar de luchar por todos y cada uno de los sueños que pretendemos hacer realidad. Que siempre podemos volver a empezar -incluso de cero, si hace falta-, que nunca es tarde para volver a dibujar un nuevo boceto que al final se convierta en un cuadro fantástico. Sabio Óscar, ya os lo he dicho.

Así que hoy me he propuesto retomar mi lista de sueños, rehacerla si es preciso, acotarla, llenarla de magia; hoy me he propuesto marcar líneas nuevas, alinear marcas nuevas, me he propuesto más luz y menos sombras, más paz y menos desazón. Que la vida, al fin y al cabo, se hace a ratitos. Y esos ratitos, cuanto más agradables y más llenos de amor, mucho mejor.


Os espero si necesitáis un buen repaso físico,
si os duele la espalda, las cervicales, las lumbares;
os espero si tenéis ganas de una rato de ternura,
de mimos, de sensaciones agradables.
Os espero si tenéis la lista de los sueños
aún por rellenar...

;-)


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