Xabi tiene unos ojos impresionantes, de un azúl transparente, ese azul que acaricia el alma, ese azul pícaro que lo tiñe todo de respeto.Y Xabi se ha convertido en mi amigo, en un amigo con mayúsculas, con el orgullo de saber que alguien como él es parte de mi vida y la embellece, la llena de luz. No hay don más preciado y más necesario que el de la amistad, sobre todo cuando la vida se empeña en torcerse.
Así que Xabi ha pasado por mi saloncito leiotarra y me ha dejado no sólo momentos de risas, sino también momentos de ternura y sobre todo, la maravillosa sensación de no tener que ser quien no se es. Un regalazo, sin duda.
Gracias. Por todo.
Por miradas,
por silencios,
por caricias,
por detalles.
Por preocuparte,
por cuidarme,
por ser y por estar.
Gracias de corazón.
Os dejo unas fotitos del saloncito euskaldun,
cuco, con un feng shui muy particular;
un saloncito lleno de energía positiva
y de la ternura serena
de saber que mi trabajo es apasionante
y que me hace tremendamente feliz.
Como en Valencia,
con mi saloncito amoroso
y mis chicos estupendos.
A Zalo y a Inge, por descontado,
les debo más de lo que soy capaz de demostrar.
Y gracias a todos los que pensáis que tumbarse en mi camilla
es una experiencia que merece la pena...
¡Besos!
pd: Millán, mi Millán.
Me encanta que te dejes caer por aquí
y que compartas con nosotros
tu ternura y tu sabiduría.
¡Muaks!
1 comentario:
Ja, ja, si me sigues diciendo esas cosas no te vas a librar de mi, ja,ja,ja.
¡Vaya un sabio que estoy hecho!, ja,ja,ja, de pacotilla.
Si yo soy sabio tu eres la diosa de la que emana toda sabiduría.
¡Muaks, también para ti!. Y...buen fin de semana.
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