sábado, 29 de agosto de 2009

** INFUSIONES y sentidos...


Soy una apasionada de las infusiones, sean del color y del sabor que sean , aunque la vainilla me apelmaza un poco el gusto, quizá es la que menos me engancha. Me encanta cualquier hierbecita que tiña el agua -como oí decir un día ;-D- y pruebo todo lo que se me ofrece o encuentro embolsado y/o a granel. Me encanta.

En Túnez, por ejemplo, es parte del ritual -en el contexto que sea- tomarse un té con menta, especialmente si se hace buenas migas con el vendedor de turno y le apetece un rato de charla turística. Es una ceremonia llena de matices, de pasión y de una intensidad a veces imperceptible, pero que está ahí. Y saber disfrutar de ello es un regalo.

Cuando se comparte una infusión se establece un vínculo especial, de paz, de confianza. Se establece un espacio para compartir y para sentir confidencias, un espacio donde es más fácil sincerarse y dejar las máscaras a un lado. Aunque luego nos las volvamos a poner.



El té me encanta, sobre todo con una nubecita de leche; eso es muy ingles, lo sé, pero es lo que tiene pasarse un par de veranos conviviendo con familias inglesas y bebiendo té a cada ratito. Guardo recuerdos preciosos de aquellos veranos, la verdad. Pero como siempre, esto es otra historia ;-DDDDD

El té que más me gusta, con diferencia, es el Earl Grey. Es una mezcla de te negro
saborizado con aceite de bergamota, que es una planta cítrica. Tiene un gusto intenso y algo afrutado y en mi paladar sabe a gloria. El té rojo y té verde, por contra, me aburren un poco más.

Y en cuanto al resto de infusiones, suelo mezclar lo que encuentro por ahí:tila, salvia, menta, melisa, cola de caballo, valeriana, anís... Tomar infusiones es una forma sencilla de hidratarse además de disfrutar de las propiedades de las plantas, que nos aportan remedios naturales a muchos males diarios.



Así que os animo a descubrir las infusiones, si es que aún no lo habéis hecho; si tenéis posibilidad de comprarlas a granel en alguna tienda de productos naturales, mejor que mejor. Sino, las que se comercializan en las grandes superficies también son fantásticas y generalmente, más económicas. Si tenéis programado algún viaje a Oriente, no dejéis que pasar por el zoco típico de la ciudad y abastecéos de especias, infusiones y demás hierbecitas que inunden de color y sabor vuestra mesa. No hay que tener miedo a innovar y a experimentar con los sentidos... ;-)



pd: Mauro, te tienes que venir a Valencia

y traerme una selección de infusiones y especias

de tu amado Egipto, ¿hace? ;-))))))))))))))


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace, hace....pero vete preparando un buen armario especiero porque te hará falta......Ayer un comerciante del Souk intentaba venderle a un turista una bolsita al grito de "viagra natural, amigo, para que tú tener cuatro mujeres" jajaja. La bolsita contenía una pequeña raíz de ginseng...¿De esta cuanto... cuarto y mitad? jajaja