... El tiempo apremia -¿habéis leído Momo? si no lo habéis hecho, os recomiendo que os dejéis impregnar de su magia, pero hay que volver a ser niñ@s un rato y mirar la vida con esa inocencia que se va desdibujando cuando sentimos que nos hacemos "mayores"-; el tiempo, que nos esclaviza, nos controla, nos absorbe, nos manipula, nos sugestiona, nos abandona. El tiempo... tiempo que en realidad, nos asusta, que nos empeñamos en beber a tragos sin pararnos a degustarlo. Como ese buen vino que nos regala un amigo especial para una noche especial...
El tiempo.
Medimos el tiempo con referencias, casi siempre echando la vista atrás.
Medimos con anécdotas, viajes, hij@s, estudios, trabajos... medimos con recuerdos, medimos con la razón. Porque es doloroso darse cuenta de que, a veces, no somos felices. O lo somos y no lo sabemos disfrutar.
En realidad, no importa.
Porque siempre hay una nueva oportunidad para volver a empezar.
Pasad buen puente, buenos días, buenos besos.
Rodeaos de estímulos positivos
y dejad que el tiempo,
por una vez,
os envuelva,
os atrape,
os seduzca,
os mime.
¡Feliz tiempo!
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