**VOLVIENDO

...Ya estoy de vuelta a mi día a día; he vuelto con la maleta llena de "deberes", ilusiones renovadas, muchas risas, algunas lágrimas y muchísimo muchísimo cariño. Algo que me ayuda a no perder el norte y a seguir avanzando por la vida con unos valores medianamente coherentes. No todo el mundo tiene la suerte de tener gente maravillosa a su alrededor con la que compartir, soñar y valorar lo que hace -o no hace- , lo que somos y cómo somos en nuestra vida. Yo sí presumo de amigas, de mujeres maravillosas que dejan una estela de luz a su paso. Presumo de amistades intensas, de las de verdad, de las que traspasan fronteras. Y pase lo que pase, sé que siempre puedo contar con ellas. Un lujo, lo sé.

Una de las cosas que he aprendido este fin de semana es que muchas veces no sabemos escuchar; y no digo ya cuando intuimos que el mensaje no nos va a gustar nada, no. No sabemos escuchar incluso cuando la voz que nos llega pretende ser de ánimo y de aliento, de consuelo, de cariño y de ternura. A veces nos dan y no sabemos recibir. A veces estámos tan ocupad@s en nuestros pensamientos, en nuestros problemas y en nuestra tristeza que no nos damos cuenta de que la gente se preocupa por nosotr@s, de que quienes nos quieren también sufren y de que necesitan sentirse parte de nuestra vida. No podemos cargar con todo en nuestra pequeña mochila; no podemos avanzar sin hacer una parada para descansar, para tomar aliento, para mirar el paisaje, para sacar alguna foto, incluso. No podemos suponer que somos super hombres o super mujeres por alguna razón divina. Somos lo que somos y como somos pero necesitamos a nuestra gente para hacer el camino más bonito y más llevadero. Aunque tengan que llamarnos la atención de vez en cuando... ;-))))

...En fín, que han sido unos días maravillosos.

Y de nuevo a los masajes, a la ternura, a la energía positiva;
de nuevo a sensaciones que dejan el mejor de los regustos,
de nuevo a vosotr@s, con vosotr@s
y para vosotr@s.
¡Os espero!