martes, 4 de noviembre de 2008

** LOS OLORES


Me apasionan los olores, lo confieso; un olor me evoca cantidad de sensaciones e incluso de recuerdos.Eso es porque nuestro órgano nasal está en contacto directo con el sistema donde están centrados nuestra memoria y nuestras emociones y funcionan en unidad.

El olor es uno de mis sentidos favoritos porque me aporta muchísima información con respecto a quien me encuentro en la vida. En realidad es muy dificil describir un olor pero es un ejercicio muy interesante porque ajustar y matizar adjetivos no es fácil. Hay olores que hablan de bondad, otros de tesón; algunos son olores salvajes, otros mas primitivos, otros son olores tiernos.
Hay quien huele a sensibilidad, quien huele a sensualidad y quien huele a sexo. O a todo a la vez ;-))))

Al olfato no se le presta tanta atención como a los otros sentidos. Y no se lo merece, porque utilizamos el olfato más de lo que creemos. Por ejemplo, el sabor de un producto viene determinado por su olor en un 90%. Nuestra lengua sólo tiene la habilidad de percibir los sabores salados, ácidos, amargos y dulces. Sin saberlo, el olor forma una parte importante en nuestra capacidad de percepción.

Cada persona tiene un olor diferente, del mismo modo que cada persona tiene una huella dactilar diferente. De acuerdo con una teoría reciente el olor de una persona puede estar directamente conectado con los genes únicos de esa persona. Los genes del sistema inmunitario determinan la composición de las bacterias de la piel de una persona. Las bacterias transforman el sebo de las glándulas sebáceas en ácidos grasos. A través de este proceso cada persona recibe una composición única de ácidos grasos, lo que determina sus características olorosas.Y asimismo, la atracción entre sexos viene determinada por ése olor único que se desprende.

(...)

Cuando venís y os desnudáis (en cuerpo y alma, siempre lo digo), tod@s nos percibimos desde diferentes ángulos: cuando nos vemos por primera vez (vista), cuando oimos el timbre de voz en persona (oido), cuando nos tocamos -besos, abrazos, apretones de mano-(tacto) y cuando nos olemos (olfato).
(--Lo del gusto...en otro capítulo ;-D--). Porque a todos nos gusta la sensación de un aroma fresco, limpio y que denote cierta confianza. Y a partir de ahí, establecemos un tipo concreto de relación y una forma concreta de sentirnos y de vivirnos. Por eso cada masaje es diferente, porque no sólo nosotros sino la forma de relacionarnos es diferente. También el estado de ánimo influye en cómo sentimos un masaje y el poso que nos deja. Y ahí es dónde he de afinar mi trabajo, escuchar, sentir y entender lo que necesitáis de mis manos y del resto de mis sentidos.

Sea como fuere, gracias por venir, por confiar, por mirar, gustar, oir y oler. Y por disfrutar descubriéndonos...



No hay comentarios: