El masaje nos proporciona una sensación indiscutible de placer. Se liberan tensiones, se estimula la circulación y se garantiza una fantástica relajación (mente y cuerpo). Es un instrumento para conseguir un descanso casi automático y es la mejor terapia para una sociedad estresada.
Vivimos a un ritmo trepidante, siempre con prisas, siempre llegando corriendo, siempre necesitando todo para antesdeayer. Nos acostumbramos a competir por todo, a gritar a las personas con las que nos toca convivir, a llevar el ceño fruncido y a concentrar energía negativa, incluso cuando nos acostamos. Porque quien mas y quien menos, no consigue conciliar un sueño reparador y completamente placentero. Acumulamos la tensión y el estrés de los problemas del día a día y la sensación final es un desasosiego y un malestar que nos impide disfrutar de la vida y ser- aunque sea a ratitos - felices.
Hay que aprender a relajarse. Y ese aprendizaje puede empezar con un buen masaje sensitivo; un masaje tierno, lleno de matices para los sentidos y que nos va a proporcionar una sensación maravillosa de bienestar.
Venid a mi saloncito,
¡¡no os vais a arrepentir!!
1 comentario:
hello!!
a ver si las neuronas tránsfugas vuelven al redil...
besitos, ¡cómo no!
Publicar un comentario